Carmen Aybar, psicóloga con estudios en sexualidad humana
carmenaybarg@gmail.com

Con frecuencia se escucha decir que para los hombres el uso del preservativo es “sentir menos”, es “una pereza” y que las mujeres no sienten lo mismo.

Esos son mitos. Voy a explicar primero la calidad del preservativo para no correr “riegos”.

1.- En la caja del preservativo está indicada la fecha de expiración.

En la última experiencia que tuve al asistir a un congreso relacionado con el uso “correcto del preservativo”, se volvió a confirmar que aunque los preservativos tienen una durabilidad de cinco años, para América Latina, y en particular para las poblaciones con alto nivel de humedad y variedad de estaciones, como los países centroamericanos y del Caribe, la durabilidad es de tres años.

2.- Otro indicador de calidad es la bomba de aire, la cual no debe faltar en el condón para que este esté en buenas condiciones. El aire que lo abomba es fundamental. La mayoría de los hombres guardan el preservativo en la billetera y al sentararse sobre él, se pierde el aire.

Por lo anterior, debe buscar un buen lugar, como la mesa de noche, para guardarlos, y comprar poca cantidad de preservativos para no tenerlos almacenados mucho tiempo.

Los mejores preservativos son aquellos que están ubicados en lugares de alta rotación.

Esto ocurre con mucha frecuencia en los supermercados, ya que están cerca de la caja, ventilados y al alcance de la mano; además, se venden a precios razonables y hay variedad de ellos.

3.- Los preservativos no se abren con los dientes ni con las uñas. Usted encontrará ranuras en los bordes del empaque para que, con los dedos, los abra correctamente.

El condón tiene un derecho y un al revés. El derecho es aquel donde la punta sobresale, y para deslizarlo por el pene, se observará lo fácil del desplazamiento.

Se recomienda abrir antes el preservativo y dejarlo cerca del lugar donde se está teniendo el encuentro amoroso.

Es decir, se abre mucho antes de comenzar el preludio (las caricias antes de la penetración). Recuerde que se puede dejar en una mesita de noche o, hasta donde le sea posible, lo más cerca del encuentro.

4.- Es básico y fundamental contar con algún lubricante a base de agua, para así aumentar la fricción, prevenir la posibilidad de una ruptura y aumentar el placer. Existe un ejercicio que ustedes pueden realizar; consiste en abrir un preservativo, estirarlo y colocarlo en la mano, como si fuera un guante. Recuerde que este es solo un ejercicio.

Si usted acaricia la mano con el preservativo sin lubricante, sentirá claramente que hay un material entre la mano y el condón. Pero si usted le agrega un lubricante a base de agua, como los usados para hacer ultrasonidos, aumenta la sensibilidad, como si no hubiera nada en la piel.

5.- Coloque el preservativo durante los juego preliminares y así será menos incómodo.

Estas son unas cuantas recomendaciones, existen otras que tienen que ver con el uso como un juego con la pareja y que ella participe al colocarlo en el pene, y hasta usar la boca para ponerlo como parte de la erotización.

El preservativo es indispensable para evitar enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.

Sienta y desarrolle esta práctica, juegue con él y elimine sus “ideas”, porque nada tienen que ver con la realidad.