Ronny Rojas
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Álvaro Acuña, dueño de la soda Calle 14, cerca del mercado de la Coca Cola, siente los efectos del apretón económico que afecta al país y al mundo.
Desde junio, dice, su clientela comenzó a disminuir y las ventas han caído casi un 40 por ciento.
“Bajé los precios y ahora hago combos y ofertas, para jalar más gente”, comenta Acuña.
Este vecino de San Pedro de Montes de Oca, también decidió apagar las cámaras de refrigeración tres horas al día, para reducir el recibo de la electricidad.
Ese impacto en la vida cotidiana de los ticos y sus bolsillos se da en cadena.
Solo una comida
El taxista Fernando Salas, padre de tres hijos, comía dos veces al día en la soda Calle 14.
“Ahora voy solo una vez, hago la comida y el almuerzo y en la tarde voy a mi casa”, cuenta.
El taxista Salas, de Alajuelita, pasó de ganar, en promedio, ¢15 mil a ¢8 mil diarios.
La gente utiliza cada vez menos el servicio de taxi.
Álvaro Acuña, dueño de la soda, cuenta que disminuyó la cantidad de abarrotes que compra en el almacén de Salvador Ramírez, a tres cuadras de su local.
Este almacén también redujo sus ventas, especialmente en zonas rurales, explica Eduardo Ramírez, uno de los jefes.
“Aunque vendemos productos de la canasta básica y no somos un buen termómetro, hemos visto caer las órdenes en zonas de Guanacaste y otras como Jacó, talvez por la falta de turistas”, añade.
En este escenario, hay quienes toman medidas para mantenerse a flote.
Otros, en cambio, decidieron cerrar su negocio, tal es el caso de la familia García, dueña de Autos García, en Tibás, quienes dejaron de importar carros usados, para agotar su inventario y abandonar la actividad.
“La crisis económica es evidente. Pero, también, las políticas del Gobierno sobre la importación de autos usados están acabando con negocios como el nuestro”, manifiesta Alfredo García.
Se aproxima el “chaparrón”
El ministro de Hacienda, Guillermo Zúñiga, dijo a Al Día que el año entrante será “complejo”.
Según Zúñiga, es posible que disminuyan las exportaciones, la cantidad de turistas que vienen al país y la inversión extranjera.
La semana anterior, el “Conference Board” señaló que los hogares estadounidenses reducirían el gasto este año en regalos de Navidad, casi un 11,3 por ciento.
Esto hace suponer al Gobierno que los gringos tampoco están dispuestos a gastar mucho dinero en viajes al exterior.
La mayoría de turistas en Costa Rica proceden de ese país.
“Esperemos que los efectos sean los menos posibles, pero tengamos claro que el chaparrón internacional nos va a dar”, advierte Guillermo Zúñiga.
Pero no hay que esperar, pues el país ya siente las secuelas.
Entre el 2007 y el 2008 el desempleo pasó de 4,6 a 4,9 por ciento.
En lo que va del año, Costa Rica produjo 32.000 empleos, mientras que el año pasado generó 96.000, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
El porcentaje de hogares pobres pasó de un 16,7 por ciento a 17,7 por ciento, entre julio del 2007 y el mismo mes en el 2008.
Una encuesta de Demoscopía para Al Día, de octubre anterior, reveló que la mayoría de ticos (81,6 por ciento) cree que este no es un buen momento para comprar bienes.
Es una gran diferencia si se compara con noviembre del 2007, cuando 55,9 por ciento de la gente pensaba así.
Y, entonces, ¿como reaccionar para superar esta situación?
Isaac Castro, economista jefe de Interbolsa, dice que las familias deben revisar bien su presupuesto.
Recomendó gastar solo en lo necesario, dejar de endeudarse, prepararse para una eventual pérdida de empleo, cuidar los ahorros y mantenerse optimista, entre otras cosas (ver recuadro).
Consejos
Revise muy bien el presupuesto familiar. Asigne el dinero en lo que la familia ocupa realmente, con la finalidad de crear un ahorro que se pueda utilizar en una situación extrema, como la falta de empleo.
Si ya está endeudado, deje de endeudarse. Sea racional en el uso de las tarjetas de crédito. Si al revisar el presupuesto le quedó un ahorro, utilícelo en pagar las deudas, es una forma de invertir.
Quien recibe el dinero debe explicarle a la familia la crisis que se vive en el mercado laboral, para concientizar a todos los miembros y lograr que gasten menos en transporte, electricidad, comida, etc.
Ante la posibilidad de quedarse sin empleo, es bueno desarrollar otras habilidades y estar listo para adaptarse en otros oficios, aunque sea de forma temporal, en caso de un cambio radical de trabajo.
Es importante la capacidad de mantenerse optimista y saber que ésta es una crisis que se va a poder sobrellevar. Todos los que implementen esto van a poder dirigir el hogar en estos momentos.
Viene la Navidad. No deje de comprar del todo, sino compre adecuadamente. Hay que medir “la bondad material”. Explíquele a la familia que este año los regalos no serán tan grandes como antes.
Si tiene ahorros y no está endeudado, manténgalos para el próximo año, cuando pasen las fiestas de de fin de año, si debe endeudarse de emergencia o quiere invertir, podrá hacerlo.
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