Erick Carvajal M.
ecarvajal@aldia.co.cr

– ¿Qué quieres que te traiga en esta Navidad?

–Bueno, no quiero juguetes, lo que quiero es que mi hermano se cure de la leucemia.

–Entonces, vamos a inclinar un poco la cabeza y le vamos a pedir a Dios ese regalo.

Vestido de Santa Claus, Arturo Hernández respira profundo y trata de apaciguar, con una oración, el dolor de ese pequeño, que tiene a su hermano internado en el Hospital de Niños.

Mientras que en las afueras del hospital muchos piden cosas materiales, adentro, el mayor regalo que se pide es salud.

¿Cuánto tiempo tienen de estar regalando sonrisas a los niños?

Llevo 10 años como Santa Claus del Hospital de Niños, junto con mi esposa, Karen Webb, que hace el personaje de la señora Claus.

¿Qué piden los niños?

De todo. Pero muchos piden salud, ya sea para ellos o para sus hermanos. Esos casos son muy difíciles.

¿Qué es lo más curioso que le han pedido?

Una vez, una niña no vidente quería tocarme, saber cómo era Santa y luego de jalarme las barbas, me dijo en voz baja: ‘Quiero tocar a los renos’, entonces, le dije que no podía porque los había dejado en el techo del hospital.

¿Se acuerda de otro deseo?

Sí, lamentablemente una vez un niño me dijo que quería como regalo, que su papá no le pegara más a su mamá. Entonces, le dije que bajara la cabeza y rezamos por eso. Fue muy duro.

¿Cuál ha sido la pregunta más difícil?

Una vez, un niño me preguntó cuáles eran los nombres de los renos y no me los sabía todos.

Nunca se olvidan

¿Hay niños o niñas que nunca se olvidan?

Hay dos. Katheryn y Margarita. Ellas siempre vienen a verme aunque no están enfermas. Nunca se olvidan del Santa Claus del Hospital de Niños.

¿Cómo surgió la idea de representar el personaje de Santa Claus?

Fue de mi esposa y de mi suegra. Ellas, hace 10 años, empezaron a hacer el traje, a escondidas mías. Un día me propusieron hacer de Santa Claus, y sacaron el traje.

¿Pero usted trabaja en el Hospital de Niños?

Si. En el área de nutrición, tengo 19 años de estar aquí.

¿Qué es lo más importante de su personaje?

Aunque no es algo propio de Costa Rica, a los niños les produce mucha alegría. Ver la sonrisa de los niños y de sus padres es el mejor regalo que puedo recibir en Navidad.

¿Lo han llevado a otros hospitales?

Sí, también a clínicas, e incluso, fuimos a un asilo de ancianos.

¿Y allí le pidieron regalos?

No. Pero un señor, muy mayor, se puso a llorar de alegría donde me vio. Fue algo impresionante porque me di cuenta que nunca se deja de ser niño.

¿Sigue usando el traje que le hizo su esposa y su suegra?

No. La abuela de mi esposa me trajo uno de los Estados Unidos cuando se dio cuenta que hacía ese personaje. Es muy bonito, con pelo y con barba.

¿Cómo consigue los regalos que reparte en el Hospital de Niños?

Son los que traen las personas cuando se hace la iluminación del árbol. Gracias a Dios muchos nos ayudan y les hago un llamado para que lo sigan haciendo.

¿Espera con ansias la Navidad?

La verdad es que sí. Cuando paso y veo que ya están poniendo las luces del árbol me da mucha alegría porque se acerca el momento para vestirme y darle unos minutos de felicidad a tantos niños.

¿Usted qué le pide a Santa?

Salud para poder seguir haciendo este personaje y llevarle alegría a muchos niños que me ven llegar a los salones. También le pido que cuando yo no pueda, otro tome mi lugar.

Hombre feliz

Arturo Hernández Alpízar

Edad: 37 años.

Hijos: No tiene.

Dato: Nació en San José y es el tercero de cuatro hermanos. Admira mucho a su madre porque siendo soltera sacó a sus hijos adelante a punta de trabajo.