El motor de una moto es su corazón y dependiendo de su cuidado así será su rendimiento y durabilidad.

La mayoría de las motos de hoy son de cuatro tiempos a gasolina, pero pueden ser de cilindro simple, doble, triple o cuadruple y ocasionalmente de más.

Otra variación notable es la disposición del motor: en línea es cuando todos los cilindros están alineados y formación en V, es cuando los cilindros están acomodados en forma de V.

Las motocicletas más viejas así como muchas motos de carrera, utilizan unidades de dos tiempos que alcanzan un asombroso pico de potencia para su tamaño, sin embargo, como el motor está diseñado para quemar aceite, las regulaciones de emisiones han restringido las ventas en los últimos años.

El punto es que sin importar el tipo de motor que tenga la moto, saber aplicar un adecuado rodaje es básico para la vida de la máquina.

Un buen rodaje

Pero, qué significa “hacer un adecuado rodaje”.

Esto lo que quiere decir es que todas las piezas que conforman el motor y que estarán friccionándose unas con otras, tengan un periodo de “adaptación” para lograr su perfecto ensamblaje.

Para lograrlo es preciso seguir una serie de pasos. Lo primero es que está prohibido acelerar la moto en frío, esto es válido para el resto de la vida útil del motor.

Durante los primeros 1000 kilómetros se recomienda conducir la moto de manera que el motor no se presione demasiado, evitando que las rotaciones sobrepasen los 5000 rpm.

Un buen consejo -si es la primera vez que va a arrancar su moto nueva- es dejar el motor encendido por unos minutos (nunca haga acelerones bruscos) y salir a dar una vuelta corta por el barrio acelerando apenas lo suficiente para recorrer todas las marchas.

Otra recomendación es dejar que el motor se enfríe bien después de cada paseo o durante un largo viaje, esto permitirá que las partes mecánicas que sufren fricción se acoplen progresivamente unas con otras.

Después de los 1600 km de uso se puede utilizar una aceleración total, recordando siempre que no es bueno recorrer largos períodos en velocidad constante, lo ideal es no forzar al motor a trabajar en rotaciones muy bajas o muy elevadas.

Siempre y cuando el motor mantenga un adecuado y periódico mantenimiento no habrá problemas al ser llevado a fondo, inclusive esto ayuda a mantener limpio el interior de la cámara de combustión. Por eso el cambio de aceite en los primeros 1000 kilómetros es fundamental, ya que el tipo de aceite que viene en la moto contiene una mayor resistencia al rodamiento además de un elevado índice de agentes limpiadores que tiene como misión arrastrar las partículas metálicas de la manufactura y las que surgen en los primeros kilómetros de rodaje.

Para más seguridad es preferible leer bien el manual de propietario donde se especifican los topes máximos de rodaje que su moto puede soportar.

Si se siguen estas simples recomendaciones tendremos una moto muy bien cuidada y lo mejor, para toda la vida.