EE. UU. / AFP. - El inmigrante asiático que el viernes pasado mató a 13 personas y luego se suicidó en un centro donde estudiaba inglés, en la pequeña ciudad de Binghamton, Nueva York, había perdido recientemente su empleo y estaba frustrado por hablar mal el idioma, dijo ayer la Policía.

Jiverly Wong, un vietnamita de 41 años, bloqueó con su vehículo la puerta de salida trasera de la Asociación Cívica Estadounidense (ACA), un centro de ayuda para inmigrantes, antes de irrumpir en el local.

Wong entró al edificio vestido con chaleco antibalas y disparó a los alumnos que asistían a una clase de inglés, comentó el jefe de Policía del lugar, Joseph Zikuski.

Se suicidó luego de matar a 13 personas. Otras 37 que habían sido tomadas como rehenes se salvaron.

El homicida vivía con su familia en el suburbio vecino de Johnson City y había asistido a las clases del ACA.

“El era un estudiante en ese lugar, hasta la primera semana de marzo, y según las informaciones que disponemos, abandonó”, dijo Kikuski.

“Aparentemente, la gente se reía de él y pensaba que su incapacidad para hablar bien inglés lo avergonzaba”. Kikuski precisó que recientemente había perdido su empleo en esa localidad.

La masacre empezó durante la mañana del viernes y sólo habría durado unos minutos, aunque pasaron varias horas hasta que la Policía se aseguró de que no había más peligro.

De las 37 personas que se salvaron, cuatro resultaron heridas, pero, según Zikuski, sus vidas no están en peligro.

Muchos de ellos llamaron a la Policía desde el recinto para pedir ayuda. Cuando llegaron, los hechos ya se habían consumado.