Rodolfo Martín
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“¡Me la van a pagar... ‘Polacos’. Les voy a dar por donde más les duele!”.

Ese anónimo, con mala letra y ortografía, lo encontró Iliana Salas Abarca el 1.° de enero del año pasado cuando abrió una soda suya en Villa Esperanza, Pavas.

La advertencia, ilustrada con una calavera, habría sido una primera amenaza dirigida contra su hermana Odalia Salas Abarca.

Iliana dijo ayer ante un tribunal que su hermana le restó importancia al anónimo.

Odalia murió baleada el 3 de agosto del año pasado en la carretera de Circunvalación, cerca de Hatillo 8, cuando volvía de la Unidad de Admisión de San José hacia Pavas, tras visitar a su hijo Marvin Torres.

Los homicidas, según las autoridades, fueron dos hombres que se movilizaron en una motocicleta, de apellidos Herrera y Marín, alias “Marciano”, quienes formaban parte de “Los Diablos”, se dijo.

Las secuelas de dolor, al parecer, resultaron porque Odalia era la madre de cinco hijos, la segunda supuesta generación de “Los Polacos”, trascendió ayer en el comienzo del debate para esclarecer su homicidio.

Por ¢3 millones

Según dijo Iliana Salas, luego del anónimo, su hermana le contó que 15 días más tarde un sujeto, alias “Chino”, la había llamado desde La Carpio para advertirle que Herrera y, supuestamente su mujer, apodada “Vincha”, ofrecían ¢3 millones para que la mataran.

Eso mismo, al parecer, se escuchó, presuntamente, después en Alajuelita.

Odalia dejó su casa en Pavas y alquiló un apartamento en Rohrmoser, aunque guardaba un Nissan Sentra en la casa de una cuñada en Pavas.

Una noche, le avisaron que dos sujetos en moto habían disparado contra el auto, impactándolo en 16 ocasiones.

Testigos involucraron a “Marciano”, dijo Iliana.

Aunque llegaron el Organismo de Investigación Judicial y la Fuerza Pública, su hermana no quiso poner la denuncia y se fue a vivir a Palmares.

La muerte de “Cacho”

No se había vuelto a saber sobre nuevas amenazas en su contra hasta el 9 de mayo cuando, en las fiestas de Pavas, fue asesinado un hombre de apellido Segura, alias “Cacho”, de 20 años, y supuesto miembro de “Los Diablos”, narró Iliana.

Ellos acusaron a dos hijos de Odalia. Sin embargo, al final, solo procesaron a Marvin Torres, alias “Coco”.

La noche previa al homicidio de Odalia, sábado 2 de agosto, llamaron a Iliana para comunicarle, supuestamente, que “Marciano” y Herrera permanecían en una moto a 25 metros de su casa. Al día siguiente, a las 10:55 a.m. recibió la llamada de un vecino que le comunicaba el asesinato de su hermana.

Un pariente de Odalia, que viajaba en el asiento de al lado, identificó a “Marciano” y a Herrera.

Si bien el homicidio de “Cacho” fue el detonante y por el cual “Coco” fue condenado a 22 años, el problema entre las bandas obedeció a un problema de drogas, dijo Iliana.