Juan Diego Villarreal
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Tibás. La vida del nuevo lateral del Saprissa, Javier Loaiza, transcurre entre los entrenamientos del club, la repostería familar y sus estudios de Ingeniería Industrial.

Loaiza, oriundo de Tibás, empezó en el fútbol en las ligas menores del Uruguay de Coronado y de allí se incorporó a Liga Deportiva Alajuelense.

“Fueron cosas de la vida. Nunca hice prueba en ningún equipo, pero terminé en la Liga, donde jugué seis años, y de allí al equipo de Fusión Tibás, con Vladimir Quesada. Fui capitán y disputamos la final de la Liga de Ascenso contra Santacruceña”, recordó el joven defensor saprissista.

Javier, de 25 años, agregó que su paso en la campaña anterior por Carmelita, donde lo prestó el cuadro morado, fue muy importante, porque le ayudó a madurar y encarar la responsabilidad de jugar en el Saprissa.

Loaiza, además de los entrenamientos, comparte con su familia la responsabilidad de la repostería “Zaira”.

“Todos en el equipo me piden queques, porque saben de la empresa familiar. Los hacemos para cualquier ocasión y en lo personal a mí ya no me caben”, bromeó el jugador saprissista.

“Ahí trato de ayudar en lo que puedo, todos los días se aprende algo. Igual trato de mentalizarme en los entrenamientos, porque mi intención es ser un buen profesional”.

Javier concluye que “soy una persona normal, me gusta ir al cine con mis amigos”.