Juan Diego Villarreal
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El rosario en su cuello, en los entrenamientos y en los partidos, es el fiel compañero de Javier Loaiza y testigo de su fe en Dios.

“En casa todos somos católicos y muy devotos de la Virgen de Los Ángeles. Incluso nos hizo un milagro hace cinco años cuando mi papá (Mario Loaiza Delgado) fue operado del corazón”, recordó Javier.

“De los seis pacientes a los cuales se les practicó la operación, cuatro murieron y solo dos lograron sobrevivir, por lo que siento que la Virgen nos hizo un milagro a toda la familia”.

“Nosotros creemos mucho en Dios, pero igual le tenemos mucha fe a la “Virgencita” y estamos seguros que gracias a su intercesión es que él (su padre) logró recuperarse”.

Javier también comentó que en varias ocasiones asistió a la Romería a Cartago, pero ahora es más difícil porque debe cumplir con los entrenamientos.

“Cuando era más chiquillo iba a las romerías, pero ahora es más difícil, pues hay que cumplir con las prácticas y el desgaste físico de la caminata es grande, por eso uno debe cuidarse. Pero igual se mantiene la fe y le damos gracias a Dios por sus favores”.