Alejandro Arley Vargas
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De la mano, besándose y bailando con su supuesto violador.

Así dijo un testigo haber visto a la corredora de bienes raíces que denunció un ataque sexual en una fiesta de “barra libre” en Santa Ana, el 12 de diciembre del 2004.

Juan Carlos Amrhein habló ayer en el juicio que se sigue en los Tribunales de Pavas contra cuatro hombres conocidos como los “karatecas”, acusados de, presuntamente, violar a la mujer.

Amrhein dijo que observó a la ofendida departiendo con un hombre de apellido Alvarado, a quien se le atribuye violarla en un carro que estaba en el parqueo del bar y restaurante. Según la acusación, los otros tres imputados cometieron los abusos minutos después en el mismo vehículo.

A una pregunta de los abogados de si la supuesta víctima y el acusado parecían novios, el testigo respondió: “Sí, estaban de buen ánimo. Pasaron en frente de mí y salieron de la mano”.

Otro testigo, Andrés Pacheco, dijo en el debate que era amigo de Alvarado y de la mujer.

Aseguró que los presentó en octubre del 2004 antes de un concierto de música electrónica en La Uruca y que tiempo después se vieron en Jacó y playa Hermosa.

El juicio continúa hoy.