¡Bienvenidos a Tierra!, nos dijeron los hondureños el miércoles anterior con el 4-0 que le metieron a la Selección Nacional.

En la sexta fecha por la eliminatoria mundialista de Concacaf, los catrachos montaron su baile, empujados por todo un pueblo vestido con los colores azul y blanco, y provocaron que la Tricolor hiciera un papelón en San Pedro Sula.

Carlos Pavón fue quien dio clases de “punta”, ese pegajoso ritmo caribeño autóctono de la región caribe hondureña.

Aquella triste imagen de los defensores de Liberia Mía, impotentes, jalando la camisa del delantero hondureño, se repitió en el estadio Metropolitano, cuando Pavón se la hizo de nuevo a Freddy Fernández.

Esa noche lo que se vio fue una Tricolor imprecisa, sin ideas en el medio campo, a merced de un rival más fuerte que siempre encontró por las bandas tierra fértil para avanzar e inquietar a la parte baja nacional, que una vez más se vio superada por velocidad.

A su regreso a casa, el técnico nacional, Rodrigo Kenton, fiel a su estilo se mantuvo tranquilo, pero sí aseguró que le meterá mano a los problemas que presenta su equipo de cara al Mundial de Sudáfrica 2010.

“Ahora hay que hacerle frente a lo que sigue, el partido contra México y El Salvador. Obviamente vamos a hacer ajustes porque sabemos que se vieron algunas situaciones diferentes, especiales”, agregó Kenton.