Isaac Lobo
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Andrés Sanabria es más que un hombre que con su talento resalta la belleza de las mujeres: su vida es un continuo crecer y quien lo conoce sabe que puede llegar a ser el mejor amigo. Sus risa característica y estruendosa, sus comentarios mordaces y certeros lo llevaron a la televisión.

Él conversó sin maquillaje de su vida, secretos y experiencias.

¿Cómo es Andrés?

Soy un excelente amigo. Me gusta conocer a la persona tal como es y me agrada que me conozcan como vivo y siento.

¿Qué no sabe la gente de Andrés?

Que todavía no ha salido un video mío (risas).

Lo bueno y lo malo de salir en “tele”, ¿que sería?

Lo bueno es que te ayuda para el trabajo y a veces la gente se encariña y me dicen que soy igualito en persona, sólo que más delgado. Lo malo es que te juzgan y creen saber todo de uno, cuando no es así.

¿Lo han maltratado de palabra en la calle?

Sí, claro. Sobre todo con cosas alusivas a mi inclinación sexual o por mi voto como juez en la “Diosa del Reggaetón”, no tienen la educación para saber que es sólo un trabajo.

¿Extraña las tardes en su querida Parrita?

Claro que sí, sobre todo las soleadas. Mis hermanos y yo crecimos en la playa. Nací en Heredia y hasta los 12 años viví allá, pues cursé el “cole” en San José.

¿Cómo un enfermero llega a ser maquillista?

No tengo la menor idea. Yo estudié enfermería con ayuda de mi mamá y un tío. Como a uno le hace falta platilla, vendía cosméticos de folletos y era tan bueno que me ganaba productos.

¿Cuál es la parte más extraña que ha maquillado?

Como fui enfermero para mi no hay nada extraño, pues limpié hasta traseros.

¿En alguna fiesta tuvo que maquillar?

En un paseo a la montaña, me vi con una pinza y una fila de 20 viejas.