Madrid / DPA.- Es mucho, muchísimo lo que se espera este año de él, y Leo Messi lo sabe.

El talentoso buscará un delicado equilibrio entre dos camisetas, la azulgrana del Barcelona y la albiceleste de Argentina.

Los días de asado, piscina, sol y familia en Argentina llegaron a su fin, y el futuro inmediato pasa por el invierno europeo y concentrarse al máximo en lo que su club necesita: títulos, ganar la mayor cantidad de títulos posible.

“Al 2009 le pido títulos”, dijo a la edición del miércoles del diario “Sport” el delantero. El Barcelona domina la Liga española.

“Estaríamos muy equivocados si pensáramos que la Liga ya está en el bolsillo. Si es verdad que tenemos una ventaja cómoda de puntos, pero eso implica que debemos estar atentos y no relajarnos, con sólo relajarnos en tres partidos nuestros rivales pueden atraparnos”.

Messi sabe que mantener la cabeza fría también es importante: en las últimas tres temporadas estuvo 240 días imposibilitado de jugar por cinco lesiones musculares -cuatro en el bíceps femoral y una en los isquiotibiales- y un esguince en el tobillo derecho, además de una fractura en el metatarsiano izquierdo. Evitar las lesiones será vital para Messi en un año exigente como pocos.

Por un lado está el Barça, que quiere volver a conquistar una Liga tras dos consecutivas ganadas por el Real Madrid, pero además quiere sumar su tercera Liga de Campeones. Por el otro está Argentina, potenciada ahora como nunca al ser Maradona el seleccionador. Tras contribuir con una breve frase al derrumbe de Alfio Basile como entrenador, Messi necesita mostrar en la selección el fútbol que acostumbra a ofrecer en estadios europeos. Sería el sello a su soñado 2009.