Miguel Calderón, colaborador
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El balazo que recibió en el cuello Rigoberto Montero Umaña, de 18 años, el pasado domingo en Escazú, resultó mortal.

El jueves a las 3 p.m. falleció en el hospital San Juan de Dios, luego de permanecer cuatro días en condición crítica.

El joven fue víctima de un asalto la noche del domingo, cuando dos motociclistas le dispararon para robarle su reloj, 100 metros al noroeste del súper La Violeta.

Según cuenta su madre, Ana Cecilia Umaña, el muchacho sufrió un paro respiratorio que le provocó la muerte.

“Estaba muy esperanzada de que el jueves despertará y poder hablar con él; sin embargo, no fue así. Mi chiquito se me fue, esto es demasiado duro para toda la familia, pues era muy querido, era el chineado de la casa”, relató.

Cristóbal Montero, padre de Rigoberto, recuerda a su hijo como un niño muy sano y educado.

“Era un chiquillo fuerte, educado y sin vicios; le encantaban los animales, tenía un caballo llamado ‘Regalo’. El dolor es muy grande, fue muy injusto, pido que se haga justicia ”, reclamó.

El adolescente se preparaba para cursar el cuarto año en el Liceo de Escazú. “Ya tenía sus uniformes listos, los zapatos, sus útiles, estaba emocionado por empezar las clases”, detalló su madre.

Rigoberto era el menor de tres hermanos y trabajaba en una ebanistería. Su funeral será hoy a las 11 a.m., iniciando con la misa en el templo católico de Escazú centro.