Rafael Pacheco
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El Foyer del Teatro Nacional es una verdadera obra de arte, decorada al estilo Luis XV.

Todas las ornamentaciones son laminadas en oro, las columnas hechas a mano o en mármol en una sola pieza y el piso ostenta treinta distintas maderas del país.

Es un salón de 26,4 metros de largo por 11,5 metros de ancho, es decir, un área total de 303,6 metros cuadrados que cuenta, además, con dos salones anexos en cada extremo, originalmente usados como área de fumado.

Hasta él se llega por unas escaleras que destacan la suprema elegancia.

Como en el resto del Teatro Nacional, el Foyer también tiene varios símbolos de la masonería –como frutos y dragones–, movimiento con gran popularidad durante sus años de construcción (1890-1897).

Su arquitectura, pintura y decoración son admirados por decenas de turistas diarios.