Alejandro Arley Vargas
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Aunque mi objetivo era pasear en Panamá, la curiosidad de cualquier periodista me llevó hasta las obras de ampliación del Canal y a recorrer los nuevos proyectos turísticos y de infraestructura de la ciudad.

La sorpresa fue mayúscula. “Esta gente va como en jet, ¿y nosotros?”, pensé.

Mientras Panamá hace un tercer juego de exclusas para que barcos enormes, repletos de contenedores, pasen por el Canal, aquí ni hemos podido modernizar los puertos de Limón.

Irónico resulta saber que la compañía Meco, una empresa costarricense, tendrá a su cargo parte de las obras ampliación.

El día 15 de enero, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) le entregó a Meco la “orden de proceder” y se espera que los trabajos se inicien este mes.

¿Qué van a hacer?

En compañía de Ricaurte Salamín, ingeniero del proyecto, llegué el penúltimo día de diciembre del 2008 al cerro donde trabajará la empresa tica.

La ampliación del Canal se inició en setiembre del 2007 y es como el ensanchamiento de una gran autopista acuática. Al lado de los dos carriles actuales, construirán uno más grande.

“Las nuevas exclusas serán 60 por ciento más anchas y 40 por ciento más largas. También más profundas”, explicó Salamín.

Los panameños deben desaparecer montañas y hacer surcos bajo el agua para construir los nuevos acceso de los barcos.

Meco tendrá a su cargo una excavación de 6 millones de metros cúbicos en el Cerro Paraíso, para bajarlo a 1,5 metros sobre el nivel del mar. Otra empresa trabajará en el dragado.

La compañía también excavará otro cerro, ubicado cerca del puente Centenario.

¿Cómo nos afecta?

De vuelta en Costa Rica, Francisco Jiménez, presidente ejecutivo de Japdeva, me explicó que nuestro país corre el riesgo de perder el atraco de muchos barcos, debido a la pequeña infraestructura portuaria que tenemos.

“Los buques que llegarán a Panamá son inmensos y harán trasbordos en naves de mayor tamaño que actualmente nosotros no podemos atender”, dijo Jiménez.

A los puertos de Limón les hace falta más espacio, grúas y una mayor profundidad para que embarcaciones de ese tipo arriben.

“En Panamá hay una oferta de 300 líneas navieras, aquí solo tenemos 20”, agregó Jiménez.

El funcionario cifra sus esperanzas en el proyecto de concesión de los nuevos muelles, que estarían listos en el 2016. Eso sí, el Canal de Panamá estará ampliado en el 2015 o antes.

Viajar actualmente por la capital panameña implica una travesía llena de contrastes.

En la misma ciudad donde se levantan modernos edificios de apartamentos de 70 o más pisos, viven familias pobres en multifamiliares muy deteriorados.

Aquí todo mundo tiene carro y por eso las presas son infernales. El Gobierno constantemente trabaja en la ampliación de vías y la construcción de pasos a desnivel.

El corazón de la capital es un centro bancario lleno de rascacielos. Los centros comerciales lujosos van en aumento y las torres de apartamentos cada vez son más altas.

Las opciones para el turismo están a la mano. El Canal, Panamá Viejo y el clásico tour de compras. La ropa y aparatos electrónicos siguen siendo mucho más baratos que en Costa Rica.

En el casco antiguo, donde se ubica el edificio de la Presidencia de la República, las casas y locales viejos se remozan para crear un sitio turístico con arquitectura colonial y europea.

Los balcones que antes eran de humildes casas, ahora son terrazas de cafeterías para los turistas. En el casco antiguo aún faltan bastantes edificios por restaurar y muchas familias de bajos recursos todavía viven ahí, al lado de lujosas residencias.

Para estos días, en Panamá no se habla de otra cosa que no sean los carnavales de febrero. Aunque se hacen en la ciudad, los más apetecidos serán los de Las Tablas, en la provincia de Los Santos.

Nos ganan... les ganamos

Las comparaciones son odiosas, pero entre Costa Rica y Panamá hay similitudes y diferencias.

El índice de competitividad 2008-2009 del Foro Económico Mundial, coloca a Panamá en la posición 58 y a Costa Rica en la 59 entre 134 países del mundo.

Según el informe, el Producto Interno Bruto per cápita de ambos países, es decir, el ingreso promedio anual por persona, es casi idéntico. Costa Rica registra $5.905 (¢3.336.325) y Panamá $5.904 (¢3.335.760).

El índice ubica a los canaleros por encima de nosotros en calidad de las calles, infraestructura de puertos marítimos y aéreos, y disponibilidad de nuevas tecnologías como la telefonía celular.

Nuestro país está mejor en temas como calidad del sistema educativo, acceso a Internet en escuelas y cantidad de usuarios en general de la red, expectativa de vida y mortalidad infantil.

La burocracia y la inflación son dos de nuestras debilidades para hacer negocios en comparación con Panamá.