Domingo 1 de febrero de 2009, San José, Costa Rica
Nacionales | Ingenieros de estados unidos destacan calle y acueducto
Guayabo: patrimonio de la humanidad
Los cabécares consolidaron un sistema de ingeniería perfecto
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    La calzada de piedra de Guayabo es una de las obras de ingeniería más importantes que tiene el pasado costarricense. Alexánder Otárola.
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    Gradas antes de entrar a la calzada. Alexánder Otárola.
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    Uno de los tanques de agua. Alexánder Otárola.
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    El agua fluye desde hace miles de años por sus acueductos.

Erick Carvajal M.
ecarvajal@aldia.co.cr

Estoy frente a una calle de piedra tan perfecta, que les aseguro que se la desearía más de una comunidad del país. No tiene huecos y su posible construcción fue en el año 600 d.C.

Ya entiendo por qué el Monumento Nacional Guayabo, en Turrialba, fue declarado, en esta semana, Patrimonio Mundial de Ingeniería por la Asociación Americana de Ingenieros Civiles de Estados Unidos.

Apenas ha asomado toda su grandeza y no sabemos qué se oculta en el bosque que lo rodea.

Se estima que el área arqueológica comprende de 15 a 20 hectáreas, de las cuales solo cuatro han sido excavadas.

“La calzada tiene evidencia, debido a unas fotos tomadas por una misión de la NASA, en el 2003, que se extiende por más de 80 kilómetros”, comentó Gerardo Montoya, encargado de la Asociación de Guías de Guayabo.

No solo ese camino existe. Según Montoya, hay evidencia de tres calzadas más de piedra que van hasta el sitio arqueológico.

Una de ellas podría tener conexión con el Atlántico, pero ninguna ha sido explorada. Guayabo todavía guarda sus secretos.

Un sitio mágico

La entrada al bosque y luego al sitio arqueológico es algo mágico. Pensar que hace miles años, indígenas cabécares caminaron por esos mismos sitios es la sensación más intensa que un costarricense puede tener por su pasado.

Frente al montículo principal imagino a esos antepasados sentados en esa cabaña circular, en sus ritos religiosos o recibiendo algún visitante de otras tierras.

Con una mirada en retrospectiva y un poco de imaginación, se puede ver a esos cabécares por la plaza central llevando en sus espaldas los alimentos del día o las ofrendas para los dioses.

Más allá, en los acueductos, veo a niños y madres tomando agua, para aplacar la sed por un largo camino por las calzadas.

Acueducto que sirve

El agua que llega a los tanques de Guayabo es deliciosa. Fresca en cualquier época del año.

Un sistema de acueductos de piedra en forma cuadrada. Esto quiere decir que tiene piedra arriba, abajo y a los lados.

El sistema tiene unos 200 metros de largo en forma de zeta. Va de un punto a otro, con el declive de la montaña, así que que no causa ninguna erosión.

Además, existen tanques de sedimentación de forma rectangular para disipar o almacenar el agua traída por los acueductos.

Aclaro, también, que cualquier comunidad del país se desearía tener un sistema de agua en perfecto funcionamiento.

En este punto del recorrido, no entiendo por qué no hemos aprendido más de nuestras raíces y seguimos destruyendo la naturaleza.

La paz del bosque

La paz que se respira aquí no tiene comparación. El bosque que rodea a Guayabo, que lo componen más de 232 hectáreas, lo cubre y protege.

Es fácil poder ver oropéndolas, chachalacas y carpinteros pasearse por las ramas de los árboles, sin ninguna preocupación.

Según información del Área de Conservación de la Cordillera Volcánica Central, se ha reportado en esta zona un total de 173 especies de aves.

Los mamíferos que habitan aquí son más difíciles de ver, pero Guayabo tiene entre sus inquilinos armadillos , conejos, ardillas, guatusas y osos hormigueros.

De acuerdo con los estudios arqueológicos realizados en la zona, las estructuras de Guayabo estuvieron habitadas en el año 1.000 antes de Cristo hasta 1.400 después de Cristo, pero su mayor desarrollo se alcanzó 800 años después de Cristo.

¿Qué sabemos de nuestros antepasados?, ¿cuántas veces ha venido a este sitio?

¿No cree que es hora de darse una vuelta y admirar la gran sabiduría de los indios cabécares que habitaron Guayabo?

¿Cómo llegar?

Guayabo está a unos 79 kilómetros de San José. Se debe llegar hasta Turrialba y tomar la ruta que pasa por el puente sobre el río Turrialba, conocido como el Puente Blanco, pasar por la comunidad de El Mora y continuar por esa calle hasta Guayabo.

El horario de Guayabo es de lunes a domingo, de 8 a.m. a 3:30 p.m., y ofrece servicios como: área de comida, oficina de información, senderos, servicios sanitarios, servicio de buses y área para acampar.

La tarifa para nacionales es de ¢1.000 y de $10 para extranjeros.

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