Allan Andino
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Palmares. Tal parece que los visitantes a las populares fiestas de Palmares llegan almorzados al campo ferial.

Al menos ese es el sentir de los administradores de los chinamos y restaurantes, debido a las pobres ventas que contabilizan en esta edición 2009.

Eduardo Soto, quien tiene 20 años de poner un local frente al redondel, aseguró que estas fiestas son las más malas que recuerda.

“Ha estado duro, las ventas siguen flojas. El sábado pasado y principalmente el domingo tuvimos un bajonazo. Nunca había visto un domingo tan malo”, relató el alajuelense.

Soto explicó que los cambios de fechas de las fiestas, la entrada a clases, las leyes de tránsito y los efectos del terremoto, son razones a las que bien se les podría atribuir la escasa asistencia.

Luis Carlos Pérez, administrador de Pizza Hut, también ha sentido la bofetada en sus ventas.

“La verdad es que desde el día del tope esto ni siquiera ha calentado. Hemos estado muy abajo, al 50 por ciento de lo que se quiere vender. Los días fuertes (fin de semana) no parecen serlo”, dijo.

Lo anterior podría deberse, según Pérez, a la reprogramación de los festejos y a la prohibición de las hieleras en el campo ferial.

Todos los establecimientos trabajan de 11 a.m. hasta las 2 a.m., una hora después del cierre de los megabares, con el fin de atrapar a los últimos clientes.

“Es mi séptimo año y éste ha estado con menos ventas. Tampoco es desastroso, pero se siente el bajonazo. Como el viernes de carnaval, que estuvo calmado”, aseguró Santiago Santos, encargado del restaurante “Los Jarochos”.