Neyssa Calvo Achoy
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Para tener un perro bien educado en la casa, hay que empezar a entrenarlo desde que es un cachorro, porque lo que aprenda en el primer año de vida lo marcará cuando sea adulto.

Lo anterior no significa que es imposible mejorar algunas actitudes cuando sea mayor de edad.

Eso sí, no hay que olvidar que una buena parte del carácter del animal lo determina la carga genética; sin embargo, son determinantes en su educación los estímulos que reciba en la casa y el entorno donde se desarrolle.

El médico Rafael Gamboa, de la clínica veterinaria Escazú, señala que es vital que el animal sienta quién manda.

Lo primero, dice, es marcar la diferencia entre el sí y el no.

Cuando haga algo incorrecto, recalca Gamboa, no hay que golpearlo; basta con hablar siempre con voz fuerte, hacer un sonido como “shhhh” o sonar, por ejemplo, una lata con monedas.

Ayuda mucho caminar llevando al perro atado a una correa porque le enseñará quién es el líder. Si trata de corretear a otro animal o ladra mucho, jale la cadena y punce con dos dedos el lomo del perro; eso atraerá su atención y le recordará que no debe hacerlo.

El veterinario Luis Martínez aconseja empezar con órdenes sencillas como: fuera, acá, alto, vamos, arriba o bien. Y darle la indicación en el mismo lenguaje. Un excelente método, dice Martínez, es darle la recompensa o castigo de inmediato.