Alexander Aguilar
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En México el tema de selección de fútbol genera intranquilidad en todos los ámbitos.

La afición, la prensa y hasta los multimillonarios patrocinadores se toman la hexagonal con grandes reservas, sobre lo que pueda hacer el “Tri” en la cancha.

A la escuadra azteca le sobran motivos para saber que las cosas no caminan bien y para muestra los últimos resultados de la anterior cuadrangular eliminatoria (perdió ante Jamaica y Honduras y empató contra Canadá) y el amistoso frente a Suecia, en el que cayó 1-0 en enero.

Desde su nombramiento en México en mayo del 2008, el técnico sueco Sven Goran Eriksson ha encontrado múltiples problemas para armar un equipo base, junto a legionarios calificados y jugadores del torneo local.

Por eso ha ido ganando toneladas de cuestionamientos por parte de los aficionados y de los mismos medios de comunicación, que en más de una ocasión ya han pedido su cabeza.

“Me gustan las críticas, pero me siento muy contento de haberme comprometido con este trabajo”, dijo el entrenador sueco, a medios internacionales.

“Se tienen dudas porque no ganamos, lo entiendo, pero nosotros como cuerpo técnico, como jugadores, estamos seguros de cambiar esto, de jugar el Mundial. Debemos ser optimistas. Entiendo que haya dudas, pero cuerpo técnico y jugadores estamos seguros de clasificarnos”, puntualizó.

Con un grupo importante de legionarios como Carlos Salcido, Ricardo Osorio, Rafael Márquez, Giovani dos Santos, Nery Castillo, Carlos Vela y Guillermo Franco, entre otros, México espera ver la luz en la hexagonal, aunque muchos ya lo colocan como una de las selecciones que más sufrirá en la recta final, hacia el Mundial de Sudáfrica 2010.

La nómina