Alexander Aguilar
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Si hay un equipo en la hexagonal que puede jactarse de tener solidez en cada línea y opciones clarísimas para llegar a Sudáfrica 2010, ese el de Estados Unidos.

De los seis países el único que pareciera no tener dudas al por mayor es el del “Tío Sam”, ya que los demás todavía deben demostrar bastante, según lo observado en los últimos meses.

Bajo la dirección del estadounidense Bob Bradley, los gringos tienen sobre el tapete una escuadra con mucho oficio, solidez y estabilidad, tanto en su juego defensivo como ofensivo.

De entrada apunta para ser la ganadora de la hexagonal, gracias a una mezcla idónea de legionarios y de jugadores que militan en la MLS.

“A pesar de su falta de renombre, Bradley ha convertido a sus discípulos en un bloque combativo y ha aprovechado su experiencia con la cantera, para preparar una plantilla que combina estrellas de otras ligas, con jóvenes promesas de la Major League Soccer”, sentencia la FIFA en su análisis de esta escuadra.

Como local los estadounidenses han demostrado solidez como ninguna otra selección en el área, fortaleza que esperan mantener en la ruta hacia el 2010.

La nómina