Boston / DPA Y AFP. Estados Unidos está en estado de “shock”, tras la confesión de doping del dominicano Alex Rodríguez, la máxima estrella del béisbol.

Él admitió que tomó sustancias prohibidas de 2001 a 2003, cuando jugaba en Texas.

“Yo era joven, tonto, ingenuo”, confesó “A Rod”.

“Me siento engañado personalmente por Alex”, dijo Tom Hicks, el propietario de los Texas Rangers. “No tenía ningún tipo de sospecha. Las excusas de la presión no le sirven. Siempre me dijo que jugaba mejor bajo presión”.

“El último trago amargo para el béisbol”, tituló el diario “USA Today”. Ahora la afición sospechará de los récords de Alex.

Pero Johnny Damon, de los Yanquis, dijo que “le demostraremos que a pesar de todo estamos a su lado, es uno de los nuestros”.

Por otro lado, Rodríguez acusó a una periodista de Sports Illustrated de interferir en su vida privada. “Selena Roberts ha sido sacada de mi apartamento en Nueva York. Y hace cuatro días ella trató de ingresar a mi casa donde mis hijas estaban durmiendo arriba, y fue emplazada por la policía de Miami Beach”.

La periodista lo niega.