Hugo Solano
Erick Carvajal
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San José - “La investigación va prosperando, se trata de un asunto serio para el país, serio para la policía y será serio para la prensa”, dijo una fuente ligada al crimen del empresario y presidente del Puntarenas FC, Adrián Castro, acaecido el lunes pasado.
Aunque el chofer de un carro negro que alertó sobre la ejecución no aparece, ni tampoco la mujer que vio a dos motociclistas escapar del sitio, las autoridades que investigan el caso coinciden en que otros informantes, que conocen la organización delictiva, serán los que ayuden a la policía.
Este homicidio, cuyo perfil encaja en un caso de sicariato, se une a otros, como el de la periodista Ivannia Mora, ocurrido el 23 de diciembre del 2003, donde no se pudo condenar a los sospechosos, y el del productor radiofónico Parmenio Medina, el 7 de julio del 2001, donde se condenó a tres sospechosos y cinco quedaron absueltos.
En torno al caso del presidente del Puntarenas FC, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Puntarenas y la Fiscalía Adjunta contra el Crimen Organizado trabajan de manera conjunta para tratar de que los autores no queden impunes.
De momento la hipótesis más fuerte que maneja el OIJ por el crimen de Castro es la venganza, al parecer, por alguna deuda.
Ya se han realizado varias entrevistas y se han hecho pericias en el sitio y en el carro, para analizar la trayectoria de las balas, su calibre y el número de disparos hechos.
El Ministerio Público incautó documentación de interés en las oficinas del equipo, que están frente a la esquina noroeste del estadio Lito Pérez.
De momento, cuatro agentes de Puntarenas y dos de San José siguen tras las pesquisas e insisten en que se les brinde información al 2630-0377 ó al 800-8000- 645.
Según el OIJ, el robo en el local del Puntarenas, ocurrido el jueves anterior, no afecta la investigación.
Nueva legislación
Contar con nueva legislación para proteger a los testigos es, a juicio del fiscal Oswaldo Henderson, un adelanto.
Sostuvo que ahora en lugar de aumentar penas, hay que ser más efectivos en la persecución, es decir, que haya menos impunidad.
“No hay que desvelarse tanto por aumentar las penas, sino por la efectividad en la sanción, de esa forma las personas van a confiar más en el sistema”, dijo.
“Detrás de una situación de sicarios casi siempre hay algo más que debemos investigar y en la medida en que tengamos claro ese hecho adicional y no solo la acción del que mata, quizá se llegue a la raíz del problema”.
Insistió en que muchas veces por meros formalismos se irrespeta el derecho constitucional de las víctimas de acceso a la justicia, como por ejemplo en el caso de Ivannia Mora, cuya sentencia respeta, pero no comparte.
Otro defecto actual es que los jueces no se especializan. “A veces es difícil llegar a demostrar un caso de sicarios y que los jueces pretendan que estén monjas o prefesores universitarios de testigos cuando el delito surge en la zona roja de San José”, acotó.
A su juicio, otra herramienta muy necesaria es el proyecto de ley contra el crimen organizado.
“En el OIJ hace falta una sección de crimen organizado, hay excelentes investigadores, pero necesitan un soporte que les permita desarrollarse en ese campo”, agregó Henderson.
Así como a los secuestros se les dio una atención especial y se logró frenar ese delito, lo mismo debe hacerse con los asesinos a sueldo, que en su mayoría son extranjeros, manifestó.
Su jornada
1 Rumbo al trabajo A eso de las 8:30 a.m., salió de su casa, en Montes de Oro, donde vivía con su esposa y tres hijos, dos hombres y una mujer.
2 Todo el día El empresario estuvo todo el día en las oficinas administrativas y poco después de las 5 p.m. salió a encontrarse con su esposa e hijos en Barranca.
3 Ajusticiado Lo asesinaron a las 5:40 p.m. dentro del Mitsubishi Sportero automático cuando iba a toparse con su familia para comprar un caballo.
Parecía normal
Luis Fernández Texeira, Puntarenas FC
Nunca me comentó nada de amenazas. No usaba guardapespaldas y ese día hablamos con toda normalidad”.
Allan Herrera, Jefe policial
Duramos doce minutos en llegar y aunque movimos unidades hacia Esparza y Miramar, no vimos sospechosos”.
María Cecilia Rojas León, Empleada
La última vez que vi a don Adrián fue cuando salió de la casa ese día, luego de desayunar con galletas dietéticas”.
Números rojos
Según la Sección de Estadística y Planificación del Poder Judicial, 72 personas fueron asesinadas por sicarios del año 2000 al 2007.
El año 2006 es el que registra la mayor cantidad de asesinados por sicarios, con un total de 26 personas fallecidas.
De esas 26 personas, 23 fueron hombres y tres mujeres.
El año con la menor cantidad de fallecidos por sicarios fue el 2000, con un total de dos personas asesinadas.
La mayoría de las personas son ejecutadas con armas de fuego. En el 2006, de los 26 asesinados, 25 fueron ultimados con armas de fuego y una persona con arma blanca.
Oswaldo Henderson
Fiscal Adjunto Crimen Organizado
¿Fue el homicidio de don Adrián obra de sicarios?
En principio, la manera de ejecución del acto es típica de sicarios, no podemos ratificarlo totalmente, pero analizando la escena del crimen y a los testigos se plantea una teoría y así se maneja.
¿Cómo hacer para que estos casos no queden impunes?
Esto conlleva un cambio de mentalidad de la policía, el Ministerio Público y hasa los jueces. Que no crean que es el típico homicidio de siempre, porque no son los mismos testigos y pruebas en estos casos.
Vemos que la gente siente gran temor de denunciar.
La Ley de Protección a Testigos, aprobada recientemente, fue un gran paso, pero otro aspecto es que la gente tome conciencia de su responsabilidad y ayude a las autoridades.
En este caso, ¿cuál es el testigo más importante?
Quizá el testigo más importante no es el que esté en el sitio y nos describe dos sujetos con casco en una moto, sino el que está cercano a ese núcleo y sabe lo que está haciendo la organización criminal.
Rodolfo Medina no puede borrar de su mente lo que vivió en el 2001, cuando a su padre, Parmenio, lo asesinaron a sangre fría rumbo a su casa.
Cada vez que hay una noticia de un ajusticiamiento, las escenas vuelven a la mente, el dolor se asoma y se piensa nuevamente en lo sucedido.
“No sé qué pasa en Costa Rica. Cada vez que sucede algo así, se refuerza más el sentimiento de que el país se nos va de las manos”, comentó Medina.
La vida cambia
La familia no solo vivió el dolor en el momento, sino que tuvo que enfrentar un largo proceso judicial.
“La vida cambia, de eso no hay duda. Luego, las heridas van sanando y ahora, creo que estamos mejor”, manifestó .
El hijo de Parmenio aseguró que es un hecho que en el país hay todo un grupo organizado actuando como asesinos a sueldo.
“No sé quiénes son, ni dónde están, pero, definitivamente es gente que está organizada y que golpea al país cada vez que sucede un hecho de este tipo”, sostuvo.
Jennifer Vega lucha todos los días por sacar adelante a sus dos hijas. Hace cuatro años, su esposo, José Rodolfo Páez, fue asesinado, en un triple homicidio, en Santa Elena de San Isidro, Heredia.
“Han sido años difíciles, sobre todo porque quedé sola con mis hijas y tenía que salir adelante”, comentó.
En libertad
Luego de un largo proceso judicial, las personas que fueron acusadas por el Ministerio Público como responsables del asesinato, fueron absueltas por dudas.
Vega aseguró que ella no cree en la justicia costarricense.
“Ellos van a la cárcel y rápido están afuera, duran apenas unos años. Aquí no se puede confiar en la justicia, es una basura”, dijo.
Ella lucha por salir adelante y le faltan pocas materias para terminar sus estudios en administración de empresas.
“Cada vez que sucede un asesinato de este tipo se vuelve a repetir la historia, los medios hablan de ajusticiamiento y se recuerda lo que pasó. Es muy difícil”, expresó.
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