Antonio Alfaro, periodista
analfaro@aldia.co.cr

No es perro, tampoco es flaco, pero sin duda es “el perro flaco al que se le pegaron todas las pulgas”.

Al funcionario de Specialticket se le pegaron hasta las garrapatas.

De repente, el anónimo funcionario parecía culpable de todos los males como si las siete plagas de Egipto y la frustración del aficionado tico hubiesen sido provocadas por los 1.009 boletos vendidos sin aval de la Federación. ¿Acaso no fueron 17.482 los emitidos para el partido Costa Rica - México?

Los 1.009 sirven de evidencia y punto de partida para correcciones, que enhorabuena se comprometió la Federación a realizar, pero solo representan el 5,7% de las entradas.

Aun sin irregularidades en la venta, la Federación, entre acuerdos, compromisos comerciales, chineos a empresas y patrocinadores, ya había sacrificado a la afición dejándole en “boleterías” tan solo el 43% de los 17.482 tiquetes. ¡Ni la mitad!

Considérenlo. No todas las pulgas las tiene el perro flaco. Tampoco podemos atribuirle el precio que podrían llegar a valer las entradas: ¢30 mil por una de sombra que costaba ¢8 mil, según me cuenta un lector que sondeó el sábado entre los revendedores antes del concierto de Arjona.

Ellos cobran lo que la gente quiera pagar. Quien apoye esos precios también es culpable, aunque no tenga pulgas.