Neyssa Calvo Achoy
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Pronto esta guapa colombiana se convertirá en una tica con todas las de la ley.

Johanna Ortiz, llegó de Medellín con miedo, pero fue cuestión de tiempo para que aquella quinceañera, en ese entonces, se acostumbrara al calorcito de los costarricenses.

Un cariño que la acogió tanto que decidió hace poco iniciar el proceso de naturalización y no descarta en el futuro, llegar a representar el país en algún concurso de belleza. Aunque confiesa que pese a estar en el mundo de la farándula y de tener una escultural figura, los certámenes no la apasionan.

Incluso le parece que son una lucha de egos muy desgastantes.

Lo que sí es cierto y no puede negar es que aunque su tierra natal está lejos, siente que lleva en la sangre el ritmo colombiano. Así es, la trigueña sabe moverse.

Cuenta que tuvo una niñez perfecta porque sus padres le enseñaron a vivir con intensidad cada etapa. “Me costo mucho asumir que había crecido y que debía dejar de hacer cosas de niñas. Que debía aterrizar en un mundo con retos”, dijo.

El modelaje llegó a su vida hace escasos tres años y por casualidad.

“Conocí un fotógrafo y sin darme cuenta me metí entre las pasarelas, los flashazos, los comerciales y eventos privados con algunas empresas”, recordó.

Su primera experiencia sobre el escenario resultó ser más sencilla de lo que la morena imaginó. “En realidad esperaba sentirme más nerviosa de lo que estaba, pero siempre hay que tener confianza en uno mismo y en Dios”, señaló.

La imagen de la linda Johanna es hoy día muy cotizada para catálogos de productos de belleza e incluso fue la portada de la revista SoHo, en noviembre del 2007.

Considera que su paso por la revista le sirvió de plataforma para darse a conocer más aquí.

En opinión de la colombiana, está viviendo el mejor momento de su vida, pero aún así no se conforma y quiere que vengan formidables días.

Para ella, quienes se dedican al modelaje deben andar con pies de plomo. Es decir, cuidar cada detalle en cuanto al físico y la actitud que asuman en el trabajo. Ser responsables, puntuales y exigir respeto. “De eso va a depender la imagen que muchas personas se formen de uno”.

Y si lo que quieren es acariciar el éxito, dice: “las modelos deben ser esforzadas, entregarse al máximo y ser perseverantes”.

Su gran belleza y personalidad le han abierto puertas y recientemente la llevaron a “Intrusos”.

Johanna cuida su físico practicando ejercicios tres veces por semana, cuida su alimentación y toma suplementos vitamínicos.

Eso sí, como buena colombiana no perdona el café de la tarde con alguno dulce como galletas.

Su vida

Infancia

De niña le encantaba jugar con barbies. Su familia es aventurera. En una ocasión viajó en carro por Surámerica con sus padres y dos hermanos: Daniel y Miguel.

Agenda

Trabaja en un tienda publicitaria familiar y en modelaje.

Prohibido

Fumar, comer en exceso y ser perezosa para el ejercicio.

Medidas

90-62-92

¿Cirugías?

Se puso implantes de silicona y no descarta a futuro hacerse otra cirugía.

Hombre ideal

Inteligente, tolerante, respetuoso, cariñoso y que le gusten los animales.