Herbert Arley
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Si viene del barrio San José de Alajuela, 500 metros antes de llegar al cantón central, podrá observar una bella imagen de San Francisco de Asís. Esta es una insignia del convento de los Franciscanos Conventuales, una institución con más de 70 años de formar jóvenes de Costa Rica y el mundo entero.

La escultura permaneció 15 años en el colegio San Francisco de Asís, hasta que el fray Fernando Quirós se la trajo para Alajuela y allí permanece desde el 2000.

La imagen de San Francisco de Asís recuerda la historia de este santo, cuando un lobo que daba muchos problemas en el pueblo de Gubio, en Italia durante la Edad Media (Siglo XIV), lo que ocasionó la molestia de los lugareños.

Un grupo de vecinos salieron a dar muerte al animal, hasta que el hoy santo les rogó que no lo mataran y se comprometió a tranquilizar al lobo hasta convertirlo en un animal tranquilo.

Es por eso y otras cosas que lo llamaron el Patrono de la Paz y la Naturaleza, y actualmente es una fuente de inspiración de sus creyentes para formar congregaciones en todo el mundo.