Franklin Arroyo González
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“Todavía no era el tiempo para ser madre”, señala Mireya, una joven de 17 años que desde los 15 enfrenta su condición de ser una mamá adolescente.
“Es muy difícil estudiar y ser madre. El niño me rompe los libros, cuesta que se duerma y hay que hacerle la comida”, explica.
Esta es la realidad que viven 500 mujeres entre 10 y 14 años en el 2007, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Ese mismo año no se inscribió ningún padre adolescente.
El 15 de febrero pasado se dio a conocer la noticia de que una pareja de menores de edad en Inglaterra, Alfie Patten de 13 años y Chantelle Steadman de 15, con más cara de niños que de otra cosa, fueron padres de una pequeña bebé, a la que nombraron Maisie Roxanne.
El caso le dio vuelta al mundo y no es ajeno a nuestro país.
Entre 1997 y el 2007 se registraron 22 casos de varones entre 10 y 14 años en Costa Rica que se convirtieron en padres y 4.085 niñas madres, informó Olga Araya, coordinadora de la Unidad de Estadísticas Demográficas, INEC.
Para el sexólogo Mauro Fernández, esos números reflejan el triunfo de los medios de comunicación, de la moda y hasta de la música a la que están expuestos los jóvenes.
“A esas edades no es que se tenga malicia, pero si ellos ven patrones, los imitan. Si observan una película de un karateca, saldrán dando patadas, romperán un trozo de madera y les dolerá. Y el dolor les hará entender que es un juego, pero con la sexualidad no es lo mismo”, expresó.
Papás invisibles
¿Por qué es tan difícil registrar a los adolescentes varones que se convierten en papás?
Mario Víquez, presidente ejecutivo del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) indica que los varones han sido excluidos culturalmente de los programas institucionales. “Cuando el padre es un niño, ni siquiera se detalla en el registro”, expresa.
La coordinadora del Sector Social, María Luisa Ávila dice al respecto que un niño no es responsable ante la ley. “En esos casos se busca una negociación entre las familias. Pero debe quedar claro que si es un mayor de edad el que embaraza a la niña está incurriendo en un delito”, explica.
Fernández agrega que el 50 por ciento de los niños no tiene padre en Costa Rica. “Son pocos los adolescentes que asumen la responsabilidad. El hombre no se responsabiliza aún cuando existen leyes como la del ADN. Eso se suma a una complicidad familiar, social y hasta legal, porque hay abogados que se prestan para que un padre no se haga cargo de su obligación. Hasta logran que paguen una pensión menor por un hijo”, dijo.
Falta educación
Ávila reconoce que la educación sexual que da el Estado no es suficiente, pese al esfuerzo que se ha hecho en los últimos años.
“Toda la sociedad debería llevar cursos de educación sexual para disminuir estas situaciones. No es un mal de Costa Rica, es a nivel mundial. La falta de formación en este sentido es negativa”.
Algunos costarricenses consultados indicaron que la ignorancia incide directamente en la problemática.
“Lo sé por experiencia propia. Los muchachos están en una edad difícil, quieren experimentar y cuando llega el momento no se protegen, aunque ya están enterados de lo que puede pasar, porque desde cuarto o quinto grado de la escuela les hablan de eso”, expresó el taxista de Tibás Jorge Oviedo.
¿Por qué hay paternidad y maternidad prematuras?
MarianoHernández, Mantenimiento.
Por desintegración familiar. Las familias dan una mala educación a sus hijos y se da más en los estratos más humildes”.
AnthonyDíaz, Mecánico.
Porque los padres deben educar mejor a hijos. La pobreza tiene que ver mucho por falta de acceso a educación”.
Luis Solano, Prensista.
Porque la educación sexual no es adecuada. Falta diálogo de los padres con los hijos. No hay espacios para hablar”.
JorgeOviedo, Taxista.
Por desamparo de los padres. Los adultos trabajan y dejan a los hijos solos y llegan amigos y amigas y por ahí empieza todo.
Padres de 10 a 14 años
Fuente: INEC
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Mireya, una madre adolescente desde los 15 años, dice que se puede estudiar y ser madre a la vez, pero reconoce que es difícil.
“Se puede. Si el bebé se duerme, no es para ir a ver novelas; es para aprovechar el tiempo al máximo. Es para ir a estudiar”.
Su proyecto de vida no cambió con el embarazo.
“Mi objetivo era y sigue siendo estudiar psicología”, dijo la estudiante, quien hoy presentó dos materias pendientes para sacar su bachillerato: bilogía y matemáticas.
“Ahora no se les puede decir a las muchachas que no tengan relaciones porque casi todos los novios son así. Debe haber más flexibilidad de los padres pues muchas veces se enojan si se dan cuenta que sus hijas planifican”.
La joven dice que fue complicado enfrentar a su familia. “La primera que se me vino a la mente fue mi abuelita. Yo no lo comenté pero todos se dieron cuenta. Cuando me dijeron que estaba embarazada fue duro. Me vi cambiando pañales, trasnochada y pensé: Dios mío, ¿qué voy a hacer?”.
Víctima de un abuso de una persona mayor de edad, Rebeca, de 14 años, cuenta que su hija Kendra de año y ocho meses, tiene muchos padrinos en el centro educativo al que ella asiste.
A veces , la joven se ha visto obligada a llevar a la niña al colegio y allí no le faltan brazos a la pequeña .
“Sobre todo me pasó el año pasado, pero ahora que ella ya camina la llevo solo en caso de necesidad”, dice la muchacha.
Ella ve con nostalgia los tiempos en que podía salir como otras jóvenes de su edad , ir a fiestas, a pasear o a cualquier actividad propia de una adolescente.
“De las cosas más difíciles es que casi no puedo salir”, confiesa. Su mamá es quien le ayuda a cuidar a la niña para que pueda estudiar.
“Cuando yo entro en la tarde, la dejo bañada, almorzada y la cuido”, expresa.
La joven no piensa dejar los estudios y por eso sigue en el colegio, aunque lleva una materia “arrastrada”.
“Económicamente es muy difícil. El IMAS me ayuda con una beca de ¢35 mil. Cuando pedí la de ¢50 mil me dijeron que era solo para casos especiales”, afirmó Rebeca.
Lo que más agradece la joven es el apoyo de su familia, de su madre, su padre y sus tres hermanos. “Desde el principio estuvieron conmigo”.
María Luisa Ávila
Coordinadora del sector social
¿Por qué ocurren los embarazos prematuros?
Por la sociedad machista en la que estamos inmersos donde la mujer es vista como un objeto y no como un ser humano. Y los hombres que tienen relaciones con ellas, sin lugar a dudas, cometen un abuso sexual y por lo tanto, un delito.
¿Qué hace el Estado para prevenir estos casos?
Hay un programa de educación sexual en escuelas y colegios, que fomenta una sexualidad responsable. Pero no solo hay que educar al adolescente; también hay que hacerlo con el adulto porque esta sociedad no ve extraño que un hombre de 25 años embarace a una niña.
¿Pero no considera que hace falta mejorar la educación sexual que se imparte en los centros educativos?
Sin lugar a dudas.
¿Por qué cuesta tanto registrar los casos de padres adolescentes?
Puede que ocurran con menos frecuencia. Cuando analizamos el registro de embarazos, casi el 25 por ciento es de mujeres adolescentes y muchas no son embarazadas por muchachos de edades similares sino por mayores de edad y por hombres casados.
¿Qué pasa cuándo es un adolescente quien embaraza a la muchacha?
Generalmente se busca una negociación entre las familias. Un niño no es responsable ante la ley y no se puede obviar la responsabilidad que tienen los padres de ambos jóvenes.
¿La condición económica tiene que ver en esto?
Los estratos más humildes se ven más afectados. Por cultura, básicamente es un asunto de acceso a la educación.
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