Rolando Avilés, corresponsal
Rodolfo Martín
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Puntarenas. - Juan Carlos Chavarría Segura, un joven taxista de 22 años, tuvo que simular estar muerto antenoche –en medio de una gran hemorragia– para esperar el momento oportuno, abrir la puerta del auto, tirarse a lo desconocido y escapar a su homicidio.

El ataque, el segundo en contra de un taxista en menos de cinco días en Puntarenas, ocurrió en San Miguel de Barranca, el mismo sitio donde el 22 de febrero, apareció asesinado Humberto Guadamuz Mena y donde, el 21 de noviembre, se encontró ultimado su sobrino, Randall Guadamuz Morales ambos de 56 y 32 años, respectivamente.

Chavarría fue sorprendido por uno de los tres “clientes” que lo habían abordado y que viajaban en la parte trasera del taxi.

Uno de los sujetos, lo sujetó por el cuello, al tiempo que lo apuñalaba por la garganta.

Luego, lo pasaron al asiento de atrás para rematarlo más adelante. Sin embargo, en un descuido de los sospechosos, Chavarría abrió la puerta y se tiró, según la Policía.

El taxista, buscó ayuda, dio aviso a las autoridades y los desconocidos fueron detectados a bordo del carro.

Inmediatamente, los persiguieron pero lanzaron el taxi a un guindo mientras escapaban por otro lado.

No obstante, ayer fueron detenidos. Ellos son de apellidos Villalobos, Zúñiga y Miranda, de nacionalidad nicaragüense.