EE. UU./EFE y DPA.- La aseguradora AIG, que recibió $170.000 millones de ayuda estatal por la crisis y luego pagó millonarios bonos a 73 ejecutivos, podría dar los nombres de los beneficiados, mientras el presidente Barack Obama pidió terminar con la “cultura” corporativa de la codicia.

“Se cometieron errores en AIG de una magnitud que muy pocos podrían haber imaginado que fuera posible”, admitió el presidente de AIG, Edward Liddy.

La firma desembolsó $165 millones a 73 ejecutivos.

Obama afirmó que quiere una nueva legislación que regule de manera más estricta las instituciones financieras, e insistió en que él y su Gobierno no son responsables del “desastre” en el AIG, cuyo uso de instrumentos financieros cuestionables contribuyó a la crisis global.

“Soy responsable sólo en última instancia. Y mi objetivo es asegurarme de que nunca volvamos a ponernos en este tipo de posición”, señaló el Mandatario, quien agregó que la cultura de “codicia excesiva” debe cambiar.