Julio Peña, corresponsal
Rodolfo Martín
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Santa Cruz. - El descubrir que el perro de su amigo deambulaba hambriento, flaco y sucio por el pueblo y el recapacitar, de manera simultánea, que a su dueño no lo veía desde hacía una semana, alertó a un hombre en el sentido de que su vecino, el estadounidense, estaría en problemas.

Ante esto, llamó a los familiares a los Estados Unidos para preguntar si estaba allá de visita. La respuesta fue negativa.

Hoy, un mes y tres días después, su amigo Craig David Snell, sigue desaparecido como si la tierra se lo hubiera tragado.

Snell vive desde hace cinco años en playa Ostional, donde se dedica a bienes raíces y a reparar tablas de surf.

El amigo, al comprobar que no estaba en los Estados Unidos y que tampoco, al menos de manera formal, había salido del país, sugirió reportar su desaparición ante el Organismo de Investigación Judicial de Santa Cruz.

La denuncia la puso un hijo del extraviado, el capitán Aaron David Snell, quien vino al país el 4 de marzo.

El caso es un misterio porque, al revisar la casa, no solo la computadora estaba encendida, sino que, adentro, todo parece estar en orden sin que falte nada, según la Policía.