Una banda de narcos mexicanos ligada al helicóptero estrellado en Villa Mills, Cerro de la Muerte, con casi 400 kilos de cocaína, habría contactado al menos a tres costarricenses: el piloto fallecido, un político y un exoficial de la Fuerza Pública, supo Al Día de fuentes fidedignas.

Se intentó hablar con la ministra de Seguridad, Janina del Vecchio, pero no fue posible localizarla ya que tenía una cita médica ayer por la tarde.

El fiscal general, Francisco Dall’Anese, mantiene el hermetismo sobre las investigaciones y afirmó que el suceso del helicóptero y el hallazgo de la cocaína fue “una casualidad”.

El rescate de los cadáveres del piloto Edgar Arguedas Alfaro, de un mexicano no identificado y del cargamento de cocaína quedó postergado para hoy debido a las adversas condiciones del clima.

Prevén hacerlo entre las 5:30 a.m. y las 9:30 a.m.

Al Día supo anoche que el conteo de los paquetes de droga iba ya por los 398 kilos con lo que se deja atrás los 347 dados a conocer al inicio por el Ministerio de Seguridad Pública.

Al menos un año

Fuentes fidedignas, conocedoras de la investigación, confirmaron que la red operaba desde hacía por lo menos un año en el país. Se rastreaban sus pasos mediante seguimientos telefónicos.

Las autoridades, que le seguían los pasos a este grupo, captaron el día del suceso comunicaciones telefónicas de movimientos de los mexicanos sospechosos, sin poder descifrar de qué se trataba y hacia dónde se dirigían.

Tras la caída del helicóptero TI-BBT, los rastreos telefónicos revelaron la supuesta ruta de la nave a Drake y, según algunas sospechas, de que pudo haber pasado a Panamá a recoger una parte pequeña del cargamento.

La organización movió fichas hasta Turrialba a finales de febrero cuando, por medio del piloto Arguedas, le ofrecieron al empresario Óscar García la compra del hotel Pochotel, de su propiedad, en Sitio de Mata de Pavones.

No se pusieron de acuerdo, en un inicio, por precio, pero según dijo García a Al Día ayer, sí convinieron en un contrato de alquiler de tres a seis meses.

García dijo que en esas conversaciones conoció entre tres y cuatro mexicanos.

El día del accidente les informó del suceso en el cerro pero al otro día desaparecieron de la zona (vea nota aparte).

Además del contacto con este empresario, el grupo habría tenido nexos con un político vinculado al negocio de bienes raíces, sostuvo una fuente conocedora de las investigaciones.

Y también aparece dentro de la información que manejan las autoridades, la supuesta relación de los mexicanos con un experimentado exagente policial.

Dall’Anese explicó ayer que la investigación del caso del helicóptero “está muy verde” y puede tardar varios meses debido a que se debe buscar a los contactos de los mexicanos en el país.

Añadió que la droga se logró incautar solo por el fallo de la aeronave.

“En el hecho concreto del helicóptero, que yo sepa, no había una investigación”, dijo el Fiscal.

“No sabemos si este fue el primer viaje o si han pasado cien viajes, de eso hay una incerteza absoluta porque la Policía no cuenta con las herramientas necesarias para hacer este tipo de investigaciones”, expresó Dall’Anese.

* Elaboraron esta información: Alejandro Arley V., Esteban Rojas S., Erick Carvajal M., enviado a Turrialba, y Rodolfo Martín enviado a La Georgina, Cerro de la Muerte.

El rescate del cuerpo del piloto Edgar Arguedas y de la otra persona que lo acompañaba en el helicóptero siniestrado el viernes pasado, se efectuará hoy, al igual que la extracción de unos 400 kilos de cocaína.

Se espera que el operativo se inicie entre las 5:30 a.m. y las 9:30 a.m. que es cuando se presenta menos neblina, si las condiciones del tiempo son favorables. Jorge Rojas, director del OIJ, explicó que el rescate se haría por medio de cuerdas, ya que los helicópteros no pueden aterrizar en esa zona montañosa del cerro de la Muerte.

Los cuerpos ya fueron liberados de las latas retorcidas de la aeronave y trasladados a unos 200 metros del sitio del accidente.

Extenuados, a punto de desfallecer, fueron saliendo ayer de la montaña uno a uno los 25 miembros de la Fuerza Pública que permanecían en un campamento próximo al lugar del accidente del helicóptero. “La experiencia vivida es algo que jamás podré olvidar”, relató ayer el oficial Javier Bustos, de la Unidad de Intervención Policial, minutos después de salir a la carretera Interamericana, tras una caminata de 12 horas por la montaña.

Algunos compañeros debieron ser auxiliados por otros que habían logrado abandonar el sitio en mejores condiciones.

“El mal clima, lo agreste del terreno y lo alejado del sitio se convirtieron en nuestra peor pesadilla”, expresó el policía.

Óscar García, dueño del hotel Pochotel, en Turrialba, aseguró ayer que habló dos días antes del accidente con el piloto fallecido, Edgar Arguedas, para informarle que ya estaba listo el contrato de alquiler y la opción de compra del hotel.

“Fue para que viniera a firmar”, comentó García.

El piloto le informó que estaba en la costa porque le habían salido unos vuelos. Arguedas no le específico si estaba en el Atlántico o en el Pacífico, solo que estaba en la costa.

García señaló que conocía a Arguedas desde hacía 10 años, ya que en su hotel acostumbraban realizar vuelos en helicópteros los fines de semana para turistas o personas de Turrialba que quisieran hacer el viaje.

“Edgar era uno de los pilotos que venían. Hicimos una amistad e incluso acostumbraba venir a pasear”, señaló García.

Fue el piloto quien le propuso a García comprar el hotel o alquilarlo. A fines de febrero fue a Turrialba acompañado de dos mexicanos, quienes se mostraron interesados en el inmueble. Sin embargo, el precio les pareció muy alto.

“Entonces me alquilaron el hotel por un periodo de seis meses. Me pagaron tres meses por adelantado (marzo, abril y mayo) y entregué el sitio. Aquí, estuvieron desde entonces entre tres y cuatro mexicanos”, manifestó el empresario hotelero.

Arguedas realizó varios viajes en helicóptero hasta Pochotel y eran esos momentos los que García aprovechó para conversar con el piloto. Cuando ocurrió el accidente, García subió al hotel a preguntar a los mexicanos si ellos sabían algo, pero le dijeron que desconocían la situación. Al otro día, volvió al hotel, pero ya no estaban.

Según le dijeron, se habían ido a un concierto de Los Tigres del Norte, en San Carlos. Sin embargo, todavía no han regresado.

Según García, eran personas jóvenes, y todavía quedan algunas ropas de ellos en el hotel.

El empresario comentó que alquiló el hotel porque vio una oportunidad de tener un ingreso estable, a raíz de la crisis económica que vive el mundo. Dijo, además, que estaba haciendo un negocio con una persona que conocía.

“Edgar me comentó que si llegaba a vender el hotel que le diera una comisión, que él ya tenía 15 años de estar volando, que nunca le había pasado nada, pero que quería alejarse un poco de esa actividad”, comentó.