Juan Diego Villarreal
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Alajuela. Pequeñas, grandes, negras, verdes o blancas.

En diferentes bolsas plásticas, los jugadores de Alajuelense cargaron ayer por la mañana tacos, camisetas, recuerdos buenos y malos de una temporada nefasta para los colores rojinegros.

Del camerino salieron tras una reunión de casi una hora, algunos rápidamente y otros con la necesidad de conversar con el gerente deportivo Jorge Araneda, y saber su futuro en la institución eriza.

El primero en finiquitar su contrato fue Mario Víquez.

“Ya tomé una decisión, nos vamos de la institución, lo que me ofreció la Liga no me sirve”, reveló el defensor.

Dave Myrie salió y sentenció que aún debía conversar con la directiva, al igual que lo manifestó el argentino Nicolás Hernández, quien desea continuar con los erizos.

Juan Ignacio Sills fue quien sacó la bolsa más grande. “Me faltan otras reuniones en estos días. Mi contrato termina en junio y vamos a ver qué pasa. Si me favorece me voy a quedar”.

Sin embargo, Areneda poco antes de las 12 mediodía anunció que Sills también quedaba fuera del plantel.

“Se firmó el finiquito de Sills, Víquez, Montero y en el caso de Nicolás (Hernández); él hizo una contrapropuesta que se la debo presentar a la directiva, el jueves, para saber qué decisión van a tomar. Al igual que Dave Myrie, quien presentó otra contraoferta”.