México / EFE.- México vivió ayer un Día de la Madre atípico bajo las extraordinarias recomendaciones de no besarse y reducir al mínimo el contacto físico para evitar el contagio del virus AH1N1, causante de la gripe A (porcina), que ha dejado 1.578 contagios y 48 muertos en el país.

Los arrumacos (caricias) y abrazos los echaron de menos más que nadie las 28,3 millones de madres que tiene México, una situación de lo más atípica desde que el periodista Rafael Alducín Bedoya hiciera un exitoso llamado a instaurar la fiesta en 1922.

Sin ánimo de convertirse en aguafiestas el Ministerio de Salud, que ayer no actualizó las cifras de contagios, publicó en la prensa la recomendación general de que la gente debe seguir “manteniendo una sana distancia”.

“Es indispensable que no bajemos la guardia, seguimos en alerta sanitaria. Tenemos que continuar instrumentado acciones anticipatorias y preventivas, y que quien aún no se ha sumado, lo haga a fin de lograr contener esta epidemia”, detalló la cartera.

No obstante no hubo medidas específicas con precauciones adicionales por el Día de la Madre, que normalmente hace que millones de familias llenen restaurantes, panteones y otros espacios públicos con ánimo festivo.

En los restaurantes se debía mantener una distancia de 2,25 metros entre comensales, que no pueden ser más de cuatro por cada diez metros cuadrados.

“Por el espacio que se debe dejar no puede haber un lleno completo en los locales”, dijeron fuentes del servicio de atención telefónica del Ministerio de Salud.