Rodolfo Martín
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El asalto y asesinato del chancero Omar Carlos Méndez Castillo, de 38 años, antenoche en Poás de Aserrí, fue presenciado por su hija mayor.

“¡Están matando a papi! ¡Están matando a papi!”, gritó Stepahnie Michelle, de nueve años, cuando ilusionada esperaba cerca de su casa a su papá y en instantes vio cómo individuos, que se dieron a la fuga, lo asaltaron, le dispararon y lo dejaron herido de muerte en el barrio San José de la Montaña en Aserrí.

El asalto sucedió antenoche a 50 metros de la casa de la víctima. Lo perpetraron al menos dos delincuentes que despojaron a Méndez de un maletín donde llevaba 70 enteros de la lotería navideña y ¢800 mil en efectivo, correspondientes a las ventas del día.

Acababa de llamar

Minutos antes, Omar había llamado a su esposa, Virginia Tencio, para comunicarle que acababa de llegar en el autobús al centro de Aserrí y que, antes de tomar el taxi pirata que usualmente lo llevaba a la casa, primero iba a comprar algunas “cositas” en un abastecedor, según familiares.

“¡Ahí viene papi! ¡Ahí viene papi!”, exclamó Stephanie Michelle, la hija mayor del chancero, cuando su padre descendió del vehículo, recordó Mireya Portuguez, pariente de ambos.

Sin embargo, de manera simultánea, se oyó una detonación y los gritos de la niña de nueve años:

Algunos hermanos de Omar y, otros familiares, salieron para auxiliarlo, pero lo único que observaron fue su cuerpo tendido y sangrando en el suelo.

Los sujetos escaparon sin poder ser detenidos.

Eran la 9:26 p.m., según el reporte oficial de la Cruz Roja de Aserrí.

El paciente fue estabilizado por el cruzrojista Jorge Zeledón, y fue trasladado al hospital San Juan de Dios.

En San Rafael Abajo de Desamparados, lo pasaron a una ambulancia de soporte avanzado del Comité Central.

Sin embargo, entró en paro cardiorrespiratorio cuando el vehículo pasaba al frente de la Junta de Protección Social y a unos 200 metros del hospital.

Al llegar a Emergencias fue declarado muerto, recordó el paramédico Juan Zamora.