Patricia Recio G.
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En solo dos días, dos bebés perdieron la vida ahogados en aparentes accidentes en sus casas.

El caso más reciente es el del bebé de un año y ocho meses que murió ayer en el Hospital Nacional de Niños, donde ingresó delicado tras caer en un estanque de tilapias cerca de su casa en La Tigra de San Carlos.

Según el subdirector del Hospital de Niños, Orlando Urroz, la condición del menor de apellido Matamoros, era delicada al momento de su ingreso, por lo que murió a causa de las lesiones provocadas por el largo período que estuvo sin oxígeno.

El otro caso, corresponde al niño de un año y cinco meses que murió ahogado en el tanque de la lavadora de su casa.

El bebé habría estado sumergido al menos cinco minutos antes de que lo encontraran.

El niño, vecino del Carmen de Goicoechea, fue sepultado ayer y sus familiares se negaron a aclarar los detalles que rondaron el fatal accidente.

Recientemente, otras dos menores se salvaron de milagro tras caer en un estanque de tilapias en Naranjo de Alajuela.

Sin embargo, estos casos no resultan aislados para las autoridades del Hospital Nacional de Niños y Patronato Nacional de la Infancia (PANI).

Según el doctor Urroz, en el centro médico, por año, atienden en promedio cerca de 10 niños por accidentes acuáticos.

El médico explicó que este tipo de accidentes se incrementan en los meses de febrero, marzo y abril, así como en julio (durante las temporadas de vacaciones).

Una de las causas más frecuentes que generan estas tragedias es la negligencia o descuido por parte de los padres.

Según Mauricio Medrano, gerente técnico del PANI, por año esa institución atiende unos 5.800 casos de desatención en menores de edad, aunque no todos están relacionados con accidentes.

“Pueden ser casos de chiquitos que dejan solos en las casas, a quienes no les dan los cuidados necesarios o están expuestos a falta de alimentación. Lo importante es que para que un caso sea tipificado como negligencia debe haber reincidencia de la conducta”, explicó Medrano.

Consejos

Los menores no se deben dejar solos cuando se encuentran en la casa y mucho menos cerca de objetos o lugares peligrosos como tanques de agua o piscinas.

Cubra con protectores de plástico los toma corrientes que puedan estar al alcance de los niños en la casa. Proteja extensiones y otros artículos con los que se puedan electrocutar.

No deje objetos pequeños cerca con los que se puedan atragantar. En caso de asfixia aplique la maniobra de Heimlich que consiste en comprimir el abdomen para que lo expulse.