Antonio Alfaro
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Las suspensiones de partidos por lluvia están descartadas y el caucho hasta en las orejas es casi una garantía para las semifinales que se inician mañana.
También están descartados los partidos a mediodía, así como el pretexto de “me picó mal la pelota”, aunque en el Saprissa el desgaste de algunos sectores puede ofrecer alguna dificultad.
Con cancha sintética en el Liga-San Carlos (mañana, 8 p.m.), el Santos-Saprissa (mañana, 7 p.m.), el San Carlos-Liga (domingo, 3 p.m.) y el Saprissa-Santos (domingo, 5 p.m.), en general serán otros factores los que inclinen la balanza.
Quizás los norteños aún no estén acostumbrados a la cancha artificial, pero ellos esperan que una semana de entrenamiento les alcance para conocer sus secretos. De todas formas, en otros años el equipo sancarleño difícilmente practicaba en el Carlos Ugalde, dadas las constantes lluvias en la zona norte, según explica el gerente y ex jugador William Corrales. Desde el sábado, en cambio, los “Toros del Norte” entrenan sin interrupción ni temor a los aguaceros.
“Aquí era una necesidad (la gramilla sintética)”, añade Corrales. El equipo sancarleño andaba de un lugar a otro, gastando tiempo y dinero en transporte. Ahora los jugadores tan solo deberán acostumbrarse a la reacción de la pelota, “que rueda más rápido” en la gramilla, según advierte el ex jugador.
La Liga ya le tiene más que la medida a su cancha y le saca el máximo provecho, aunque el técnico Luis Roberto Sibaja ha confesado su preferencia por el fútbol en césped natural.
“No me gusta la cancha sintética. El fútbol nació en cancha de grama. Yo no veo en Inglaterra que los equipos hayan optado por el césped artificial, pero entiendo que aquí apareció como una necesidad de los clubes”, comenta el técnico manudo.
En la otra serie, en tanto, ni siquiera es tema de análisis. A los morados, más que una cancha sintética ya conocida, les llama la atención el nivel mostrado últimamente por el Santos.
“Es un equipo que viene en alza y está motivado, ganó su juego en casa y de visita sacó un empate, será peligroso y muy complicado pero los muchachos están listos”, comenta el técnico Roy Myers.
Sea como sea, el título se celebrará en una cancha sintética, y no en una de grama natural.
Por qué es malo jugar en cancha sintética
1. Si se juega al mediodía puede resultar un infierno, que quema las plantas de los pies.
2. Algunos zacates sintéticos “queman” la piel al momento de una barrida o caída.
3. Si la cancha ya está desgastada, algunas irregularidades pueden propiciar lesiones.
4. Ante el desgaste, si tiene poco caucho, el impacto sobre las articulaciones es mayor.
5. Cuando la gramilla está mojada, la pelota corre más rápido y es difícil de controlar.
Por qué es bueno jugar en cancha sintética
1. No hay suspensión de partido por lluvia y la programación se cumple a cabalidad.
2. Se puede jugar fútbol a ras de piso y de primera intención, sin que la pelota dé tumbos.
3. Según el médico Alfredo Gómez, en la nueva gramilla manuda han bajado las lesiones.
4. La instalación de las sintéticas ha obligado a mejorar los drenajes. El agua no se empoza.
5. Los guardametas no se lanzan en sectores pelados, como en muchas canchas naturales.
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