Mauricio Astorga

Felicito a todos los atletas y dirigentes costarricenses que nos representaron en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Mayagüez, Puerto Rico.

Todos ellos lo hicieron con amor por Costa Rica y con la ilusión de poner en lo más alto el nombre de nuestro país.

Gracias a esto la delegación tica mejoró la participación de otros torneos y demostró que hay potencial.

Sin embargo, los resultados obtenidos deberían servirle a nuestras autoridades y dirigencia deportiva para reflexionar sobre lo que deben mejorar.

Viendo el medallero, desearía uno que nuestro país se ubicara al menos entre los primeros diez del área. Nuestra posición debería ser de media tabla para arriba y no para abajo.

Pero para esto se necesitan recursos del Estado y de la empresa privada, trabajo en las categorías menores, fogueos, capacitación para nuestros entrenadores, entre otras cosas.

Quizá lo que sucede es síntoma de la “futbolitis” que vivimos y que deja de lado el desarrollo de otras disciplinas.

Nuestros deportistas coinciden en que con mayor apoyo se podría aspirar a cosas más grandes.

La solución no es sencilla, pero con la buena disposición mostrada por el actual gobierno de ayudar y el esfuerzo que realizan nuestros atletas y dirigentes, seguramente nuestro deporte podrá seguir creciendo y dándonos satisfacciones a nivel internacional. La capacidad la tenemos.