Allan Andino
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Agosto es un mes muy especial para la bella presentadora Glenda Peraza.
El jueves le cantarán cumpleaños, celebra tres años de su espacio radiofónico y encima, se acerca el Día de la Madre.
Pasaron tres años también para que regresara a la televisión y hoy a la 1:15 p.m. la tendremos de vuelta animando el segundo episodio del programa familiar “A Toda Máquina”, de canal 7.
“Estoy en una etapa de mi vida maravillosa, me siento plena, más madura. No son aquellos tiempos de venderse como modelo, donde la persona se convierte como en el producto. Mi único interés es compartir con la gente, reírnos juntos, y gracias a Dios se me dio la oportunidad”, contó.
Peraza aceptó que extrañaba bastante la pantalla chico y llegó al punto de pensar que ya la esperanza de volver estaba más que lejos.
Luego de su ausencia vio que muchas cosas en el canal de La Sabana cambiaron, como dice ella...para bien.
“El equipo humano es muy profesional en todas las áreas. Mi única pregunta cuando me ofrecieron la oferta fue: ¿Cuánto tiempo me demanda? No quería descuidar ni a mi hija ni a mi esposo”.
Volver a la exposición pública tiene muy consciente a Glenda que las críticas –buenas o malas– aparecerán.
“Eso lo pensé estos días, no estamos exentos a eso. Estoy clara de que me equivocaré muchas veces y tengo oído para escuchar los buenos consejos, que me corrijan las veces que sean necesarias”, dijo.
Sin embargo Glenda afirmó que ella siempre hará su trabajo de manera sincera y transparente.
Escarbando en su memoria, de esas críticas la más amarga recuerda, fue en sus tiempos de modelo en el año 98, cuando Mínor Calvo en sus microprogramas, le tiraba y duro contra sus trabajos fotográficos.
“Él tenía mucha voz y voto en el país, éramos muy pocas las modelos, Vica (Andrade) fue primero, luego yo y después Lynda (Díaz). Me hizo una crítica muy fuerte que nunca se me olvidará”, anotó con el rostro serio.
Para aquellos que pensaban que a esta guapa mujer le da pena decir la edad...la verdad es que no. Dice con orgullo que este 5 de agosto tendrá 36 primaveras.
“No me da pena, a mucha honra estoy como el buen vino. Me siento bien, claro que es bonito al ponerse un jeans vernos conservadas, frescas, pero mi madurez me enseñó que hoy no es lo más importante, también está la inteligencia y la parte espiritual. Soy como un combo, con papitas y refresco, equilibrando todas las áreas, no solo la física”, contó entre carcajadas.
Aferrada a su fe cristiana y enamorada de su hija Kianny, y su marido el exjugador Austin Berry, Glenda si nos contó como para cerrar esta entrevista, que no tiene planes de tener otro hijo: “No, respuesta definitiva”.
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