KARINA PICADO
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Mi esposa y yo hace siete meses no tenemos contacto afectivo, ni conversación en pareja y la actividad sexual es nula.
Definitivamente ni siquiera por rutina, ustedes merecen vivir así, como si fueran compañeros de una empresa (su familia). Esta situación es peligrosa, pues detrás de la indiferencia, o la frialdad, existen vacíos de amor, resentimientos, reproches, y emociones contradictorias entre amor y desamor, que en cualquier momento pueden estallar y hacerse más daño. Además, existe el riesgo de aumentar una infidelidad aunque sea emocional, por esa necesidad de atención, romanticismo y amor. Urgente es que busquen un diagnóstico y terapia de pareja, donde evidencien sus conflictos no resueltos y sus nuevas necesidades, antes de tomar la decisión de dejarse.
Miedo a la soledad
A raíz de mi divorcio tengo un miedo terrible a la soledad, y siento una dependencia hacia las demás personas que no me deja tranquila.
Su esposo la agredía en forma psicológica y física está mal acostumbrada a esperar sólo castigo o sufrimiento. Se volvió codependiente a alguien que la lastima y que usted trata de cambiar, sin éxito. Como teme que la abandonen, hace cualquier cosa para evitarlo. Debe aprender a concebirse como persona individual, sana y feliz de no tener esa opresión. Contra la depresión: vaya al médico e inicie un nuevo plan de vida con actividades y personas que le den amor y confianza verdadera (un familiar o consejero), llame al 2229-9205 para ir a grupos terapéuticos gratuitos para divorciados.
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