Madrid/AFP.- La estrella brasileña del Real Madrid Kaká, que será baja de tres a cuatro meses tras ser operado en una rodilla, admitió que sus problemas en la zona venían de antes del Mundial y que su club conocía el dolor.

“Esta rodilla me molestaba desde hace bastante tiempo. Pero yo no sabía que era tan importante. He sido el primer sorprendido. Esto es lo único que ha pasado, no hay nada más”, dijo Kaká.

Kaká explicó que le dolía la rodilla “desde antes del Mundial” y que siempre fue “claro en el Madrid” sobre su dolor en la zona, aunque todos pensaron que se trataba de “un desequilibrio muscular” leve, ligado a su tratamiento de una pubalgia.

“En ocasiones me molestaba y para mí era algo normal. Pensé hacerme los exámenes al llegar (del Mundial) y cuando los vimos y nos sentamos todos, pensamos que lo mejor era operar”.

Tras su operación, Kaká dijo que sus planes eran “trabajar muy duro” en España “para empezar a entrar en el equipo lo antes posible”, pidiendo además a los hinchas que no le tengan como “el malo de la película” y que crean en su compromiso con el club y su deseo de triunfar.

"Para mí es una pesadilla estar cuatro meses sin jugar. Estoy desolado y esperando que Dios quiera que pronto llegue el momento en el que pueda ser el Kaká por el que el Madrid me fichó", aseveró.