Bogotá, Colombia/DPA.- Once personas heridas y grandes daños materiales dejó ayer un atentado con coche bomba contra el edificio donde está la cadena radial colombiana Caracol.

Según un reporte de la empresa, las autoridades investigan dos hipótesis del origen del atentado. Una, apunta a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y otra a “grupos extremistas” que buscarían obstaculizar un eventual diálogo entre el Gobierno y esa organización.

El alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, dijo que el automóvil fue cargado con 50 kilos de nitrato de amonio y anfo, un explosivo más letal que la dinamita, según expertos de la Policía.

Los destrozos se presentaron principalmente en el costado del edificio donde funciona Caracol. En el mismo plantel se encuentran sedes bancarias, numerosos locales comerciales, la agencia española de noticias EFE, el consulado de Ecuador y la oficina del expresidente César Gaviria (1990-1994).

Santos llegó al lugar pocos minutos después del atentado, donde se reunió con funcionarios del Gobierno y altos mandos policiales y militares para evaluar lo ocurrido.

“Como todo acto terrorista, lo que quiere es perturbar, generar miedo en la población y escepticismo entre la gente y las autoridades. Eso no lo van a lograr. Todo lo contrario, no vamos a bajar la guardia en materia de seguridad democrática”, dijo.

Santos comentó que el Gobierno tiene “las sospechas tradicionales” sobre los autores del ataque, en referencia tácita a la guerrilla, pero comentó que no hará señalamientos sin tener la certeza de esta teoría.

“Esto no nos va a intimidar, no nos va a asustar, porque ellos quieren que caigamos en la trampa (...). Vamos a investigar bien de dónde vino. No vamos a bajar la guardia”, dijo Santos.