Lunes 16 de agosto de 2010, San José, Costa Rica
Nacionales | Al Día ingresó a la hacienda de “Bill” donde se hallaron 5 cuerpos
Dejaron estela de muerte en Bocas del Toro
A una pareja de estadounidenses se les señala como los presuntos autores de asesinatos en serie
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    El “Salvaje Bill” era un aficionado a las máscaras, dibujos y libros de terror.

Miguel Calderón, enviado de Al Día a Panamá
miguel.calderon@aldia.co.cr

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Bocas del Toro, Panamá.- En Bocas del Toro se empezaron a registrar crímenes que ahora se atribuyen a una pareja de gringos asesina, presuntos autores de una monstruosa historia de muerte.

En noviembre de 2009, se tramitó en la Dirección de Investigación Judicial (DIJ) de Panamá un reporte sobre una persona desaparecida en isla de Bocas del Toro. Bo Icelar, un inversionista estadounidense, se perdió misteriosamente justo antes de anunciar que su casa en isla Cauchero (ubicada a una hora de dicho lugar) estaba en venta, pues en unos días se iría a vivir a la ciudad.

Icelar vivía solo en Big Creek, Bocas del Toro. Tenía una enorme propiedad de 32 hectáreas, con una amplia casa de cuatro cuartos. Cada habitación ofrecía una bella vista al mar. La puso en venta a finales del 2007, según informó la Fiscalía de Panamá.

Para esa fecha, conoció a William Datham Holbert, alias el “Salvaje Bill”, un estadounidense radicado desde 2005 en Bocas del Toro con su mujer, Laura Michelle Reese, quienes contactaron a Icelar para ofrecerle gran cantidad de dinero por su propiedad.

Deprimido tras la ruptura sentimental con su novia y desesperado por viajar a Ciudad de Panamá, Icelar aceptó y firmó los papeles del traspaso. Días después fue asesinado de tres balazos en el cuello, cabeza y boca.

Su cuerpo desmembrado, fue enterrado por “Wild Bill” en el patio de la que fuera su casa, según el Ministerio Público panameño.

Ambición por el dinero

Meses después y, al parecer, tras adueñarse de la fortuna y propiedades de Bo Icelar, Holbert y su mujer abrieron un bar, situado a un lado de la hacienda. Lo llamaron Villa Cortez.

La DIJ informó que una vez en el lugar, invitó a un norteamericano de nombre Mike Brown y a su familia. En su negocio compartieron unos tragos y comidas.

Según el informe dado por la Fiscalía de Bocas del Toro, “Bill” en un momento llamó a Brown para mostrarle el terreno donde había mandado a abrir una fosa, que presuntamente era para depositar desperdicios. Ahí, lo mató de un balazo en la cabeza y lo lanzó al hoyo.

Trascendió que a los pocos minutos, fue a llamar al joven Watson Brown, de 18 años e hijo de su víctima, para que viera dónde estaba su padre. Al muchacho le disparó en la nuca tres veces cuando se acercó al hoyo donde yacía su papá sin vida.

“Bill” regresó a la hacienda donde esperaba la esposa de Brown, la holandesa Manchittha Nankratoke. A ella le disparó a quemarropa dentro de la Villa Cortez, para luego arrastrarla envuelta en una lona azul y tirarla a la fosa donde estaban los cuerpos de su cónyuge y de su hijo.

Poco después, la DIJ recibió un reporte sobre un estadounidense, su esposa e hijo de 18 años desaparecidos. Para ese entonces, la investigación contra los gringos aún no estaba en proceso.

La siguiente de sus víctimas habría sido la norteamericana Cheryl Lynn Hugues, perdida desde marzo anterior y propietaria de una casa en isla Carenero (muy cerca del centro de Bocas del Toro) llamada Casa del Sapo, vivienda que luego “Bill” se la quitó y le puso Casa Cortez.

Hugues fue acribillada de tres disparos en la hacienda Cortez.

Sus restos fueron sepultados muy cerca de donde yacían las cuatro víctimas. La DIJ agregó que los huecos fueron cavados por un peón de “Wild Bill” y tenían un metro de profundidad.

Hombre calculador

Virgilio Morales, representante del Ministerio Público en Bocas del Toro, comentó que “Bill” utilizó más de 10 identidades falsas para ingresar a países como Costa Rica y Panamá.

“Ubicaba personas que vendían propiedades y tras lograr la firma de contratos de compra-venta de terrenos les quitaba la vida y los desaparecía”, agregó.

A él se le decomisó una ametralladora AK-47 así como más de $6 mil en Nicaragua.

Los cuerpos de las víctimas tenían balas calibre 38 en los cráneos. Al menor, de 18 años, le dispararon en la sien derecha.

Cheryl Hughes, presentaba tres heridas, una en el cuello, otra en la boca y en el cerebro. Sus restos tenían entre 4 y 6 meses de estar en el hueco, mientras que los de Icelar entre 10 meses y un año.

La novela de estos presuntos asesinos acabó el 26 de julio de este año cuando fueron detenidos en el río San Juan por una patrullera del Ejército de Nicaragua.

Aficionado a las máscaras

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Aficionado a las máscaras

El “Salvaje Bill” era un aficionado a las máscaras, dibujos y libros de terror, según información de la DIJ. En una de las propiedades que estaban a nombre del estadounidense, las autoridades panameñas hallaron más de 100 máscaras. En el pasado, Holbert fue dueño de varias ferreterías en los Estados Unidos, país que también le atribuye delitos de robos y estafas.

Poseía dos armas

“Salvaje Bill” contaba con dos armas, un calibre 38, con el que se presume, mató a las víctimas y una ametralladora AK-47, la cual ocultaba en el baño de la hacienda Cortez (ver foto adjunta). La DIJ informó que los cadáveres fueron hallados en el patio de la casa presentaban disparos en la nuca, cabeza y cuello. Holbert, además, desmembró a uno de los muertos, Bo Icelar.

Vivieron un tiempo en Costa Rica

El Ministerio Público de Bocas del Toro confirmó a este medio que la pareja asesina vivió un tiempo en Puerto Viejo de Limón. Dentro de su casa, las autoridades encontraron libros y mapas de nuestro país. En las fotos adjuntas aparece Cheryl Lyn Hugues, el que fuera su hogar lo llamó “Casa del Sapo”. Luego Holbert se adueñó del lugar. Ella es otra de las supuestas víctimas.

Un cementerio en su patio

“Bill” hizo de su patio un cementerio. En menos de un año asesinó a cinco personas y las enterró en la parte de atrás de su casa. Los cuerpos estaban a menos de dos metros de distancia. El primero en aparecer fue el de Bo Icelar, luego fue hallado el de Cheryl Lynn Hugues y posteriormente el de Mike Browm, su esposa y su hijo. Los mató para adueñarse de todas sus propiedades.

Asombro en Panamá

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Ana Ortega.

Ana María Ortega, vecina de “Bill”.

La pareja eran muy reservada. Siempre andaban juntos en el bote. Me asusté muchísimo cuando vi las noticias”.

Virgilio Morales, Min. Público.

La investigación se inició en noviembre de 2009 cuando se reportó en la DIJ sobre la desaparición de un extranjero”.

José Anderson, alcalde.

Fue una novela que tocó a toda la comunidad de Bocas del Toro. Nunca se había visto algo tan violento en la isla”.

Juan Carlos Morales, policía frontera.

Él (“Bill”) pasó muchas veces por la frontera. Se mostraba tranquilo, igual que su esposa. Nunca sospeché algo extraño”.

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    David Machuca.
“Pude haber cavado mi propia tumba”

David Machuca, expeón del “Salvaje Bill” recuerda con mucho asombro lo sucedido.

Él cavó los huecos en donde Holbert, su patrón por más de dos años, al parecer, enterró a cinco personas.

Recuerda que “Bill” le dijo que ocupaba botar una basura en dichos lugares. “Cavé los cinco huecos que me pidió. Curiosamente ese día él me dejó salir más temprano”, comentó.

“No pienso ni pensé que el fuera un asesino en serie”, agregó el joven, padre de dos niños. “Me asusté mucho cuando me di cuenta que en esa hacienda estaba enterrada una familia. Pude haber cavado mi propia tumba”, afirmó Machuca de 26 años.

“Hoy sólo le doy gracias a Dios por estar vivo. Nunca me había pasado algo similar”.

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    Sandi Hodge.
Querían comprar en Costa Rica y Colombia

Sandi Hodge, amiga del “Salvaje Bill” y su esposa, confesó a este medio que la pareja asesina comentó en repetidas ocasiones que quería invertir y comprar propiedades en Costa Rica y también en Colombia.

“Cuando los conocí parecían personas muy tranquilas pero luego empezaron a apartarse mucho de la gente”, afirmó la norteamericana de 59 años.

“‘Bill’ me comentó un día que quería comprar propiedades en Costa Rica y Colombia”, agregó.

Añadió que su mejor amiga, Cheryl Lyn Hughes, mujer, al parecer, asesinada por Holbert, soñaba con vivir toda su vida en Bocas del Toro, pues según ella “Cheryl estaba enamorada de este lugar”.

Contó además que “Bill” era un tipo extraño. “Tenía afición por los libros de terror y todo lo relacionado con calaveras e historias de miedo”.

Sandi también conoció a Bo Icelar, pues él fue su vecino por más de un año. “Bo era un tipo genial, amaba los animales, las flores. La última vez que lo vi me dijo que estaba analizando la posibilidad de vender todas las propiedades en Bocas de Toro para irse a vivir a Ciudad de Panamá”, finalizó la mujer.

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