Felipe Arrieta Sánchez, colaborador
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Tibás. - Los aficionados no perdonan, son crueles y de memoria corta. No hace ni cinco meses Andrés Núñez alzaba el título en el reducto morado, y ayer cada vez que tocaba el balón, recibió una fuerte rechifla por parte de los hinchas saprissistas.

“Esta afición no perdona nada, por algo tiene tantos títulos, porque es ganadora y la verdad si me esperaba un regreso así”, expresó con nostalgia Núñez.

Probablemente los tibaseños olvidaron que Núñez salió por la puerta de atrás no precisamente porque él lo haya querido así, sino porque la dirigencia morada fue ingrata con el jugador.

Situación que el futbolista no ha podido olvidar, por lo que llegó con la consigna de volver a anotar en el Ricardo Saprissa pero está vez en contra de los morados.

La situación perfecta llegó al minuto 62, mano en el área morada, penal a favor de los brujos, Ándrés Núñez no lo pensó dos veces y tomó el balón.

Todos en el conjunto morado lo conocen de sobra, Arrieta se le acercó a Fausto y le dijo donde lanzarse y atinó.

El “golero loco” atajó el penal y la chiflada no se hizo esperar para el lateral brujo.

“Lo cambié porque los tiro al otro lado, lastimosamente Fausto va bien al balón y yo tiré mal el penal”, sentenció Andrés.

Al final Núñez tuvo un partido donde le pasó de todo, un encuentro realmente difícil.

Recibió tarjeta amarilla apenas al minuto 11, botó un penal, y volvió a perdonar a los morados al cierre del partido al rematar desviado un rebote en el área local, pero tal vez lo más díficil fue que se reencontró con su viejo amor; la casaca morada.

“No lo puedo negar, es un club que estimo, que amo, pero ahora me entrego a otra camiseta, tuve varias ocaciones para empatar el partido, así son las cosas del fútbol”, concluyó Núñez.