Miguel Calderón y Jorge Umaña, corresponsal GN
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San Mateo - Familiares y amigos de muchas partes del país dieron ayer el último adiós a la niña Jimena Calderón Acuña, de 10 años, quien murió el sábado pasado, al mediodía, impactada por un rayo.

Cientos de personas se reunieron en la casa donde la menor vivió los últimos ocho años, junto a su madre y abuelos, en Labrador de San Mateo.

“Un ángel se nos ha ido, no sin antes haber dejado huellas profundas en el corazón de cada uno de nosotros”, expresó su tío José Luis Acuña.

“La recordaremos siempre como una niña especial, cariñosa y amable con todas las personas”, comentó, entre lágrimas, la maestra de cuarto grado de la Escuela Labrador, Mirna Herrera.

Jimena, nacida en Alajuela, llegó a Labrador cuando tenía dos años junto con su mamá Dennia Maritza Calderón.

“Quería estudiar Veterinaria. El jueves vine a visitarla y me quería regalar una foto para que la recordara siempre”, dijo conmovido Acuña. Luego de una sencilla ceremonia, Jimena fue trasladada al cementerio de Labrador, muy cerca de la plaza de deportes donde perdió la vida.