Diana Vega, colaboradora
redaccion@aldia.co.cr

         

Qué matones, los cachorritos manudos sacaron casta de campeones y en medio del silencio de los penales rugieron, con la misma euforia que el gran amo y señor de la selva.

Indomables, inquietos y depredadores se comportaron en el juego, nunca perdieron su objetivo de vista y por encima de un gran y digno rival, se dejaron en casa al “orejón” de oro después de cinco años de sequía.

“Es algo maravilloso, Dios es grande y premia al equipo que más trabaja, el premio es más que justo. Somos los merecidos campeones”, dijo Pablo Gabas, quien con un grito de gol en los últimos minutos, despertó al silencioso aficionado que veía por perdido el encuentro.

El torneo se ganó en penales, la estrella 25 de los manudos llegó en una emocionante final, en donde los dos equipos sacaron la garra, corazón y buen fútbol.

“Tengo que darle gracias a Dios y al aficionado, todo terminó como tenía que ser. Fue mucha tensión, mucha preocupación, el Herediano fue de respeto, vino, propuso y por eso el triunfo nos da un mejor sabor de boca”, comentó el portero Patrick Pemberton.

El objetivo se cumplió, nueve jugadores dieron por primera vez el rugido campeón.

“Estoy muy contento, logramos nuestro objetivo y supimos aprovechar la oportunidad que Dios y el cuerpo técnico nos dio”, manifestó el defensa Jhonny Acosta.

“Fue mucho trabajo, pusimos garra y corazón, fue la clave que nos ayudó hoy (ayer). Cuando cayó el gol fue una emoción inexplicable, algo que uno no se esperaba”, agregó el defensor Christopher Meneses.

Y quien temió por la ejecución del cuarto penal a manos del joven de 22 años, Geancarlo González, por su poca experiencia, el “Pipo” le respondió con un gol en el puro ángulo y demostró que de cachorros van para grandes.

“Fue una gran oportunidad, algo inexplicable, una emoción difícil de explicar. Aparecieron miles de mariposas en el estómago”, agregó González.

El trabajo de seis meses al fin se cerró, y el “Macho” Ramírez cumplió.

“Fue un trabajo interno de camerino, el compañerismo y la unión fue la clave del éxito. Ahora nos damos cuenta de que todo ese esfuerzo valió la pena”, comentó el timonel erizo.

Banca y titulares, eso quedó atrás, los manudos demostraron que en un equipo todos son importantes.

“Somos campeones, es el justo premio al equipo más regular. Herediano hizo una buena final, es una labor de todos, entrenamos bastante duro. La banca ayudó a los titulares y todos aportamos un granito de arena, todos llegamos a un buen nivel”, agregó Mario Camacho.

“Tuvimos una gran oportunidad, es una gran experiencia que llevó trabajo y esfuerzo de meses. Regulares o no, somos los campeones nacionales”, agregó José Salvatierra.