Carlos Láscarez
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Escazú. - La cogedora de café Xinia Calvo Salazar, quien falleció anteayer luego de que el jeep Willys en que viajaba volcó y la aplastó, había celebrado un día antes sus 18 años de matrimonio.

Así lo expresó ayer su sobrina Jackelin Arias, mientras esperaban la llegada del cuerpo hasta su casa en Bebedero de Escazú.

La tragedia ocurrió cuando la víctima y sus cinco hijos regresaban de una finca, luego de que el padre los recogió a las 4 p.m.

Allí pasaron gran parte del día, en medio de matas de café, siembras de frijoles y de rábanos, que usaban para consumo familiar.

“Ellos se devolvían antes de que oscurecía. El carro nunca había fallado y ella no tenía ganas de ir. Tres de sus hijas mayores la vieron morir”, comentó Arias.

Recordó a la víctima como una persona alegre y sobre todo muy cariñosa con sus hijas. Los hijos de la pareja que resultaron heridos, fueron dados de alta ayer, mientras esperan poder sepultar a su madre hoy en el cementerio de San Antonio de Escazú.