Juan Diego Villarreal
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La noticia corrió como un chisme. El estadio Saprissa sería rematado el 10 de marzo al tener los morados una deuda hipotecaria con la Caja del Seguro Social.

De acuerdo a la información Saprissa estaba atrasado en sus cuotas y que la base del remate del inmueble era de ¢224 millones.

Sin duda la dirigencia morada se llevó un buen susto y se puso a correr para saber qué pasaba.

Horas después el representante legal del club, Jorge González, informó que estaban al día con los pagos de la hipoteca. Aseguró que el sistema de la Caja no les había acreditado los pagos electrónicos de ¢7 millones y que por el contrario habían pagos adelantados.

La novela concluyó en la tarde, cuando la CCSS envió un comunicado en el cual aclaró que en ningún momento se había gestionado rematar el estadio Saprissa.

Manuel Ugarte, gerente financiero, y Patricia Alcazar, Directora de Cobros, manifestaron que no se puede embargar o rematar el Estadio porque es del Chivas de Guadalajara y la Caja no puede tomar ninguna acción legal.