Rodolfo Martín
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Cuando un “maripepino”acababa de iniciar su “show”, en una actividad para conmemorar el día de la madre, el ambiente de fiesta varió, sorpresiva y violentamente, a un escenario de balas, sangre y el terror entre todos los asistentes.

Era la noche del 12 de agosto del 2006, en Cuatro Reinas de Tibás, cuando en la casa de una mujer, fue herido gravemente un hombre de apellido Navarro de cuatro balazos.

Así lo reveló ayer un oficial de la sección de Homicidios del OIJ, en el inicio de un juicio donde por este hecho se juzga a dos hermanos de apellidos Garita y Leitón.

En la actividad, por la cual se cobró una entrada de ¢5.000, también actuó una bailarina.

El “show” del “maripepino” era en el primer piso de la casa, sitio donde aunque se mantenía alto el volumen del sistema de sonido, ya se habían apagado las luces y cerrado el portón hacia la calle, según el policía.

En ese momento Navarro, presuntamente, negociaba con la anfitriona la supuesta compra de varios kilos de cocaína en unos ¢15 millones, según el oficial del OIJ.

Al parecer, éste sacó un revolver nueve milímetros y le dijo que era un asalto, tomó la droga y la echó en una bolsa donde llevaba el dinero.

Al huir hacia la calle vio el portón cerrado, hizo un disparo al aire y exigió que le abrieran. Al mismo tiempo, la mujer bajaba las gradas alertando sobre el supuesto asalto.

Una vez más disparó sin lograr que le abrieran. Al parecer, fue en ese momento cuando –supuestamente– aparecieron Garita y Leitón quienes les dispararon con dos revólveres calibre 38, según el investigador.

El portón fue abierto para llevar a Navarro al hospital México ocasión que aprovecharon varios asistentes para salir.

El joven, de 21 años, murió días después. Otros quedaron adentro porque, al llegar la Fuerza Pública, se volvió a cerrar el portón para anotar testigos. Uno de ellos declaró ayer en secreto y bajo identidad protegida por temor a represalias.