Laura Chinchilla Miranda, politóloga de 50 años, hizo historia hace una semana al ser electa como la primera Presidenta de la República. Obtuvo 46,7 por ciento de los votos emitidos.

Tras su victoria, la futura mandataria se dirigió, el lunes pasado, a la Basílica de Los Ángeles y dio gracias a “La Negrita”. El obispo de la Diócesis de Cartago, José Francisco Ulloa, la declaró “hija predilecta de la Virgen” y clamó a ella para que la ilumine en su gestión.

Cercana al saliente gobernante Óscar Arias, Chinchilla cerró con un resultado más alto de lo estimado, en una campaña en la que enfrentó a Ottón Solís y Otto Guevara.

Arias dijo que el resultado le sorprendió por ser tan amplio. Pese a ello, se sintió satisfecho por la elección.

El martes, tras un encuentro con Chinchilla, Arias comentó efusivamente que fue “un sueño cumplido”.

La gobernante electa se retiró de vacaciones el miércoles pasado. A su regreso la espera la compleja labor de conformar su gabinete.