El brasileño Michel Bastos vive el sueño de ser titular con su país pero el destino, con una dosis de tragedia, ya lo había llamado a grandes cosas.
En 1987 su hermano gemelo Daniel fue atropellado, ante la mirada de su madre y de Michel.
“Desvié la atención por un momento y no ví a Daniel correr”, dijo la madre de Michel. En esos primeros años tras el accidente, Michel fue un niño encerrado, a menudo con problemas de agresividad. El deporte y el fútbol sirvieron como válvula de escape a los momentos tan duros que estaba viviendo.
Su salto al fútbol europeo llegó en dos etapas, primero vía Holanda y después, sobre todo, en la liga francesa, donde brilló primero con el Lille y luego con el Lyon. En Sudáfrica sorprendió confirmándose como el lateral izquierdo de Dunga.
© 2010. Periódico Al Día. El contenido de aldia.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr.