Rotterdam, Holanda/EFE.- El Tour de Francia 2010 presenta un dato que llama la atención.

Al mirar la lista de corredores inscritos ningún ciclista latinoamericano va a tomar la salida el próximo mañana en Rotterdam, algo que contrasta con el poderío del fútbol brasileño, argentino, uruguayo o paraguayo en el Mundial de Sudáfrica.

Es un apunte que llama a la reflexión. Paradójicamente hay ciclistas de países que hace años no aparecían en el pelotón internacional, como Japón, pero no figura ningún corredor de Latinoamérica, algo que sí sucedió el año pasado con la presencia del colombiano Leonardo Duque y del brasileño Murilo Fischer.

Se echa de menos a los colombianos. Los llamados “escarabajos” marcaron varias rondas francesas en la década de los ochenta. Eran años en los que Lucho Herrera atacaba como quería y cuando quería con una superioridad en montaña aplastante. Después apareció su compatriota Fabio Parra, menos explosivo pero igual de rotundo cuando la carretera se “empinaba” .

Más tarde emergió la figura de Santiago Botero, otro colombiano que era un sinónimo de triunfo en contrarreloj y que fue campeón mundial de esta especialidad en el año 2002.

El último gran colombiano ha sido Juan Mauricio Soler que dio una exhibición de fuerza en el Tour francés de 2007, tanto en Los Alpes como en Los Pirineos, y que el año pasado no pudo tomar la salida por problemas físicos.

Los ciclistas de aquel país atraían a un buen número de periodistas, fundamentalmente radiofónicos, a quienes también se echa de menos, y mucho, en la ronda francesa.

Así pues, el “acento castellano” en las carreteras de Holanda, Bélgica y Francia lo pondrán este año los españoles.